La alcaldesa, en una comparecencia con el primer edil de Barbate. :: LA VOZ
seguridad

Las amenazas de muerte a la alcaldesa de la Línea obligan a asignarle escolta

La misiva manuscrita, con matasellos de Sevilla, ha motivado que se refuerce la seguridad sobre la primera edil por orden de la Subdelegación

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A más de mil kilómetros del País Vasco y con la amenaza terrorista en letargo absoluto, un cargo público vuelve a tener vigilancia estrecha por parte del Cuerpo Nacional de Policía. Una imagen que parecía haber quedado en el pasado con el final de las acciones armadas de ETA pero que vuelve al presente por culpa de unas amenazas de muerte. La alcaldesa de La Línea, Gema Araujo (PSOE), llevó el pasado sábado escolta durante la procesión de la patrona de la localidad y seguirá teniéndola en actos públicos después de haber recibido una carta manuscrita en la que la amenazan de muerte en el caso de que no abandone la Alcaldía antes del mes de febrero. Este episodio se suma a la denuncia pública formulada por varios concejales socialistas que la semana pasada fueron insultados y golpeados «con patadas», según afirmaron los afectados a la prensa, a la salida de un acto donde se encontraron con un grupo de empleados municipales que protestaban por los nueve meses que llevan sin cobrar su nómina.

Araujo emitía ayer un comunicado para confirmar que había sido amenazada y que ése era el motivo de que hubiera estado escoltada el pasado sábado. Una circunstancia que había criticado este fin de semana el grupo municipal del PP, que calificó la medida de «ridícula». Sin embargo, dicha decisión no fue de la primera edil sino que es el resultado de una orden dada por la Subdelegación del Gobierno. Así lo confirmó ayer a LA VOZ, el subdelegado Javier de Torre.

La primera edil recibió la semana pasada la carta manuscrita, con matasellos de Sevilla. El jueves mantuvo una conversación telefónica con el subdelegado en la que transmitió su temor. El clima en el Ayuntamiento linense es insostenible, con una plantilla asfixiada por los impagos de nómina; lo que eleva el tono de las protestas.

La respuesta del subdelegado fue inmediata, le trasladó la situación al comisario jefe provincial para que se reforzara la vigilancia sobre la primera edil. «No podemos permitir que un cargo público sea amenazado. Es algo muy grave y no voy a dejarlo pasar», aseguraba ayer De Torre a este medio, quien le ofreció a la regidora socialista colaboración y apoyo. Dos días después, al producirse el primer acto público con la procesión de la patrona, se materializaron las medidas de seguridad.

El subdelegado añadió que ha pedido «una mayor coordinación» entre la Comisaría local y provincial para que no quede desatendida la denuncia de la alcaldesa. «En un Estado de Derecho es totalmente reprochable que una persona, por ejercer una responsabilidad política, se vea en esta situación».