Sara L.H. llega a su domicilio, conducida por la Guardia Civil:: EFE/RAUL CARO
ANDALUCÍA

Hallan un segundo bebé congelado en casa de la detenida en Pilas

La mujer, encarcelada por asesinato con alevosía, declara ante el juez que no recuerda ese embarazo

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Un segundo bebé congelado fue encontrado ayer en la casa de Pilas donde apareció otro recién nacido el pasado 9 de noviembre. El padre de familia, Francisco Antonio, tal y como sucedió en la primera ocasión, lo halló en un congelador de la vivienda de la calle Beatriz Cabrera, distinto del que contenía el anterior y macabro hallazgo, y dio aviso a la Guardia Civil, a mediodía. Unas horas después llegaba al domicilio su mujer, Sara L.H., encarcelada bajo la acusación de asesinato con alevosía tras haber confirmado que el bebé encontrado era hijo suyo. También el padre acudió a la vivienda a prestar declaración.

La mujer ha declarado ante el juez que no recuerda ese embarazo ni nada relacionado con este segundo bebé. Según la agencia Efe, presenta signos de trastorno mental y estuvo asistida por un equipo médico.

Todo son incógnitas en torno al caso, sobre el que ya se había decretado el secreto del sumario desde el primer hallazgo. Ayer, el juez de guardia de Sanlúcar la Mayor acudió al levantamiento del cadáver, que fue llevado al Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia, mientras el pueblo ardía en rumores.

Fuentes cercanas a la investigación no quisieron precisar si se trata de un bebé nacido antes que el hallado en primer lugar, que según los datos conocidos habría venido al mundo hace un año y medio, aunque descartan que se tratara de un gemelo, como en un primer momento se pensó. La autopsia dirá si su nacimiento data de hace tres años, como afirman diversas informaciones.

Al hallarse el primer bebé, Sara L.H. confesó que era hijo suyo, que murió al nacer y que lo conservó porque «no quería desprenderse de él». También aseguró que era un niño deseado. Los primeros análisis indicaron, por el contrario que nació con vida, 17 meses antes del hallazgo. También se comprobó que era hijo de su marido.

A primera hora de la tarde de ayer Sara L.H. fue trasladada desde la cárcel donde está ingresada, en ambulancia, a su domicilio, para la reconstrucción de los hechos. Fue recibida con gritos por los vecinos concentrados en las inmediaciones, en medio de un gran dispositivo policial que acordó la calle durante varias horas y mientras se realizaba la investigación. El marido fue igualmente al domicilio de la calle Beatriz Cabrera para prestar declaración.

Una vez finalizado el examen pericial y levantado el cordón de seguridad, la Guardia Civil realizó por la tarde registros en otras dos fincas propiedad de la familia de la detenida, en los alrededores del municipio, así como en el domicilio de la madre de Sara L.H, en busca de nuevas pruebas. El primero de ellos se situó en una zona cercana al estadio de fútbol del equipo municipal en el Camino de la Cinta. La segunda finca se ubica en torno a unos terrenos denominados del Escorchado. Las dos fincas se encuentran a las afueras de Pilas pero a escasa distancia. Hoy continuará la búsqueda en un pozo, con participación de los buzos de la Benemérita.

Fuentes de la Comandancia de Sevilla dijeron que se trataba de «descartar» otras posibilidades, pero no admitieron que hubiera indicios de que pudieran existir nuevos cuerpos.

El alcalde de Pilas, Jesús María Sánchez, no ocultaba su extrañeza por los hechos: «Aquí está pasando algo muy raro, pues a los dos hallazgos se suma que la mujer se encuentra embarazada de ocho meses».

Además, se preguntó que cómo era posible que después del registro exhaustivo que se realizó en la vivienda con motivo del hallazgo del primer bebé, hace tres semanas, se pasara por alto el cadáver en el segundo congelador que ayer apareció con una pauta muy similar a la ocasión anterior.

El padre de la familia, Francisco Antonio, estaba también en esta ocasión limpiando la casa y lo halló en un congelador, aunque distinto del primero. Igualmente decidió llamar a su hermano, bombero de profesión, para narrarle lo sucedido y posteriormente dieron aviso a las fuerzas de seguridad.

Jesús María Sánchez lanzó un mensaje de calma a la población, pidió que se deje trabajar a la Guardia Civil y a la Justicia y admitió la conmoción general en el pueblo por un asunto de indudable gravedad. «Estamos consternados por lo que ha pasado», advertía el primer edil que también quiso mostrar el «máximo apoyo a los familiares».

Los dos hijos de la pareja, de 11 y 14 años, se encuentran en la vivienda, al cuidado de un familiar, una tía de su marido que es como una abuela para los pequeños.