Los expertos discrepan sobre cuál debe ser el camino a seguir

Los expertos discrepan sobre el camino a elegir para salir de la crisis y proponen soluciones variadas. A continuación, dos visiones, a favor y en contra de la austeridad.

Ángel Pascual, profesor de Geopolítica y Economía Global de Esade, cree que el problema de España es su actual «falta de perspectivas de crecimiento». Una parálisis que en Portugal es «crónica», pues no logró crecer ni en época de bonanza, señala. Italia, sin embargo, sí tiene potencial para expandir su actividad, igual que Francia, subraya.

El profesor Pascual cree que las políticas basadas en la pura austeridad son «una garantía de desastre». Pero hoy se imponen, explica, porque «los países del norte necesitan mostrar a sus opiniones públicas que obligan a los del sur a hacer los deberes, para mantenerlas a favor del euro». «Pero austeridad y reformas estructurales no generan crecimiento a corto plazo y acaban rompiéndose por el lado social». «Llega un momento en que la sociedad dice basta», avisa.

Pascual aboga por pedir el rescate «cuanto antes», pues cuanto más tarde más duras serán las condiciones. Propone un pacto europeo para una reducción más gradual del déficit, que permita mantener los servicios sociales y a toda la sociedad a bordo en el proyecto del euro. Cree que sería «útil» un impuesto para los más ricos, como ha hecho Francia, porque enviaría «un mensaje de justicia social».

Distinto es el análisis de Ofelia Marín-Lozano, directora del departamento de Economía del Círculo de Empresarios y defensora de los recortes. «La vía de corrección del déficit mediante impuestos está agotada», defiende esta experta, para quien ahora «hay que reducir el gasto».

La principal receta de Marín-Lozano es «adelgazar la administración pública» mediante una reducción del número de ayuntamientos en un plan plurianual, como estudia Italia, supresión de organismos e instituciones y cierre de numerosas empresas públicas porque su actividad está «duplicada o simplemente es inexistente». También plantea «reformar el estatuto del funcionario para hacerlo más flexible» y reservar el carácter de por vida solo a algunos puestos como «policías, jueces o diplomáticos».

Esta experta pide «endurecer el cobro del subsidio por desempleo» y «vincular de forma más estricta su percepción a la obligatoriedad de aceptar ofertas de trabajo». Y extender el copago sanitario a las visitas a centros de atención primaria y urgencias.