Cada vez son más los mayores que deciden volver a las aulas. :: L. V.
CÁDIZ

La crisis duplica el interés de los adultos por regresar a las aulas

Récord de solicitudes en el Ayuntamiento de Cádiz para acogerse a un plan de ayudas a personas con hijos a su cargo a cambio de volver a la escuela

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La crisis tiene muchas caras. Los que la sufren no llenan solo los comedores sociales, también, más que nunca, regresan a las aulas. Puede resultar extraño, pero tiene lógica. Sin formación no hay trabajo y sin trabajo no hay salida.

El Ayuntamiento de Cádiz trabaja desde el año 2005 con un programa que va precisamente destinado a dar una oportunidad formativa a las personas que lo precisan, pero que al mismo tiempo no se pueden permitir dedicarse en exclusiva a cultivarse. Los beneficiarios del programa 'Adultos aprenden' son básicamente mujeres, todas con familia a su cargo y sin recursos económicos. Buscan una formación que amplíe sus expectativas profesionales, pero también beneficiarse de la ayuda mensual de 190 euros que Servicios Sociales les ofrece a cambio de asistir a clase y aprovechar el curso.

La concejala del área, Carmen Sánchez, explica que el programa persigue mucho más que dar una ayuda económica, aunque ése es el gancho para dar nuevos recursos a gente que está en riesgo de exclusión. «La crisis no es solo económica, también de valores», y es ahí donde entran en juega los Equipos de Familia del Ayuntamiento de Cádiz, «que son los que tratan en profundidad estas carencias. Cuando hay graves problemas económicos en casa todos los miembros de la familia se resienten; también los menores, que lo notan en su rendimiento escolar; o en el trato entre hermanos, en la vida de pareja. Por eso el psicólogo, la trabajadora social y el educador de cada equipo trabaja con todos los miembros de manera integral».

Son ellos los que valoran el mejor recurso para cada usuario. Y en el caso de la educación de adultos se ha detectado una necesidad cada vez mayor. Tanto es así, que este año se han duplicado las solicitudes para inscribirse en el programa. De las 37 personas que recibieron al formación el año pasado ya este año se ha pasado a casi 60 solicitudes, con la opción de que vayan aumentando a lo largo de los meses.

El programa busca dar una formación básica, que sirva como puente para nuevos retos, que cree nuevas inquietudes en los receptores, y que les ayude a implicarse en la educación de sus hijos para no repetir los patrones fallidos. Pero exige también un compromiso. Un número determinado de ausencias conlleva la pérdida de la ayuda económica, y una acumulación de suspensiones de la misma, la expulsión del curso. El año pasado, el 50% de las beneficiarias terminó la formación con éxito.