Economia

Menos dinero para los parados

Recortes en prestaciones, en fomento del empleo y en el Fogasa y la ayuda de 400 euros solo se presupuestan hasta febrero de 2013

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Perder el trabajo es siempre un drama. Las prestaciones por desempleo y los subsidios intentan aliviarlo en algo, pero el año que viene los parados tendrán menos protección. Los Presupuestos Generales del Estado establecen una disminución del 6,3% en el gasto para atender el desempleo. Serán 26.993,7 millones de euros, 1.807 millones menos que los 28.800 presupuestados para 2012, aunque esta partida está creciendo por encima de lo previsto. Estrictamente al pago de prestaciones se destinarán 26.696 millones y 298 millones serán gastos de funcionamiento.

Y, sin embargo, el Gobierno prevé que se siga destruyendo empleo el próximo año, aunque la tasa de paro será ligeramente inferior a la de este ejercicio por la disminución de la población activa. En concreto, el empleo se reducirá en un 0,2% y la tasa de paro pasará del 24,6% este año al 24,3% el próximo.

Con más parados y menos dinero para atenderlos, la explicación de la disminución se encuentra en el decreto aprobado por el Gobierno el pasado mes de julio, donde se reducía a partir del séptimo mes de paro la cuantía de la prestación, se eliminaba el subsidio para mayores de 45 años, se establecían condiciones más estrictas para acceder al subsidio a mayores de 52 años y el Servicio Público de Empleo dejaba de cubrir el 35% de la cotización del parado a la Seguridad Social, entre otras medidas.

Además, las políticas para el fomento del empleo pierden 1.993 millones de euros, un 34,6% de su presupuesto, fundamentalmente por la supresión de la mayor parte de las bonificaciones a la contratación. En total, en políticas activas de empleo la dotación alcanza los 3.771 millones, de los cuales 1.704 millones son para incentivar la contratación, 1.801 son para formación y sólo 165,5 millones son para la recualificación profesional de las personas que hayan agotado la prestación por desempleo, lo que se conoce como la ayuda de 400 euros a los parados sin subsidio. El que esta partida sea tan pequeña se debe a que el Gobierno ha presupuestado esta ayuda «únicamente hasta el 15 de febrero de 2013», que es el límite temporal que se aprobó en agosto, y supone 359,5 millones de euros menos que en 2012. Esto no impide que se pudiera aprobar una nueva prórroga de la ayuda si el Gobierno lo decidiera así en febrero.

Con casi seis millones de desempleados, según las cifras de la EPA, de los cuales no todos tienen derecho a prestación o subsidio por desempleo, el Gobierno prevé que con el gasto previsto de 19.368 millones de euros se pueda dar cobertura a 1.300.000 beneficiarios, mientras que el subsidio por desempleo alcance a 1.062.000 personas. La renta activa por inserción llegaría a 155.000 parados con una partida de 797,5 millones de euros.

Otra mala noticia para los parados que han sido despedidos sin que les abonaran el sueldo o la indemnización correspondiente es que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) pierde 40,6 millones de euros, el 31,9% de su presupuesto de este año, y dispondrá únicamente de 868,39 millones de euros para abonar nóminas e indemnizaciones impagadas a los trabajadores despedidos por empresas que se declaran insolventes o están en concurso de acreedores. Este recorte viene también motivado porque el Gobierno redujo a partir de julio las cantidades que el Fogasa abonaría a los despedidos que se incorporaran a partir de esa fecha. Según los cálculos de UGT, ese recorte puede alcanzar el 46,6% en garantía de salarios y el 33% en las indemnizaciones que garantiza el fondo.

Además, el Gobierno recuerda en que «está previsto» que a 31 de diciembre de este año acabe la prórroga por la que se reponen las prestaciones por desempleo hasta un máximo de 180 días a los afectados por los ERE de suspensión y reducción de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o productivas.

En estos momentos, los trabajadores cobran la prestación por desempleo durante los meses que dura el ERE (o la parte proporcional que les corresponda si es un ERE de reducción de jornada), pero cuando vuelven a su jornada ordinaria una vez acabado el ERE temporal recuperan el derecho a la prestación por desempleo como si no la hubieran consumido -hasta ese límite de 180 días-.