ESPAÑA

Un vídeo «sugiere» que los detenidos de Al-Qaida preparaban un atentado

El juez encarcela a los dos chechenos después de que cuatro países avalen sus «evidentes y relevantes» lazos con la red terrorista global

MADRID. Actualizado: Guardar
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El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz envió ayer a la cárcel a los dos chechenos arrestados el jueves por los GEO en una parada de autobús de Ciudad Real, Eldar Magomedov y Muhamed Adamov, tras haber disipado las dudas sobre su más que probable pertenencia a la red terrorista de Al-Qaida.

El magistrado no solo piensa que el trabajo conjunto de la Policía Nacional y los servicios de inteligencia de cuatro países amontonan indicios más que suficientes para imputarles los delitos de pertenencia a banda armada y de tenencia de explosivos con finalidad terrorista, sino que, además, teme que los rusos, en colaboración con el turco Cengiz Yalcin -en prisión desde el viernes-, tendrían en preparación un atentado.

El elemento que da pie a la sospecha es uno o varios vídeos incautados en la casa de Yalcin, en la Línea de Concepción (Cádiz), donde desde mayo alojó a los chechenos, que «pudieran racionalmente sugerir la preparación de algún tipo de acción de finalidad terrorista», señala Ruz en el auto de nueve páginas con el que justifica el envío a prisión.

El instructor, que en varios momentos del documento recuerda la necesidad del secreto de sumario por la investigación en paralelo que se lleva a cabo en Francia, y otros países, contra la estructura criminal con la que trabajarían directamente los detenidos en España, no aporta más datos sobre el contenido y carácter de las imágenes.

La pista francesa

Ruz no explica si la potencial amenaza está dirigida contra suelo español o de otro país europeo, pero hay varios elementos que no permitirían descartar el peligro para Francia. Este país fue el primer destino de Magomedov y Muhamed cuando durante el invierno cruzaron Europa desde Rusia. También fueron sus servicios secretos los que alertaron en mayo al CNI de que los sospechosos se desplazaban a España, territorio en el que, según una de sus conversaciones, «es fácil conseguir explosivos».

En Francia permanecieron varios meses «asentados junto a los objetivos antes citados», desvela Ruz en una enigmática cita que parece referirse a la información dada párrafos antes sobre contactos directos de los chechenos «con otros individuos previamente investigados por sus vínculos con organizaciones terroristas». De hecho, el juez antiterrorista da una gran relevancia al «cruce de datos» que ha realizado la Policía Nacional con las autoridades francesas sobre el tráfico y agendas de los móviles incautados a los chechenos y los teléfonos de la citada estructura yihadista en el país vecino, vinculada a la red de Al-Qaida.

El circulo entre España, Francia y el hipotético atentado se completa, a la vista del auto, con otros dos elementos. El hallazgo en el piso de La Línea de «un artefacto de carácter explosivo» de «grave potencialidad lesiva», los indicios de que estos 150 gramos con elementos de detonación localizados pueden no ser el único explosivo que estuvo almacenado en la vivienda y que la detención de los rusos se precipitó el jueves, tras dos meses de estancia en Cádiz con su supuesto «colaborador», cuando tomaron un autobús de regreso a Francia.

Las dudas que llevaron el viernes a Ruz a prorrogar durante 48 horas la detención de los presuntos islamistas y a aplazar la decisión sobre su encarcelamiento parecieron superadas ayer al valorar el abanico de indicios reunido por la Policía y, de forma especial, la información sobre los sospechosos proporcionada por los servicios de inteligencia de Francia, Gran Bretaña, Rusia y Estados Unidos. Considera que demuestran que los «vínculos y lazos» de Magomedov y Adamov con la red terrorista «se constatan como evidentes y de relevancia».

En el corazón de la red

A las fundadas sospechas de la actual integración de ambos en estructuras terroristas en Europa se suma la alta certeza de que el presunto jefe del grupo desmontado, Eldar Magomedov, vivió y se formó durante meses (o años) en el corazón de la red fundada por el fallecido Osama Bin Laden.

El primer dato relevante lo aportó el espionaje ruso, que permitió certificar que las filiaciones facilitadas por los arrestados eran falsas y facilitó los nombres verdaderos, al tiempo de que alertaba de que Magomedov estuvo desde 2010 en campamentos terroristas de Pakistán y Afganistán.

La confirmación llegó a través de la inteligencia de Estados Unidos, que, mediante del testimonio de un testigo protegido, identificó al jefe yihadista por el alias de 'Muslim Dost' y le atribuyó «la participación en actividades de carácter terrorista», a partir del mismo año citado por los rusos, en Afganistán y en Wazaristán, la región montañosa paquistaní, situada al norte del país y fuera del control del ejército estatal, en la que se asientan las bases logísticas y los principales campamentos de formación de Al-Qaida. Los expertos consideran este territorio como el santuario de la red mundial, donde se retiró su dirección tras la huida de Afganistán.