Cien días sin decisiones

Nadie se atreve a tomar una decisión. La Administración regional se encuentra paralizada en la provincia tres meses después de las elecciones autonómicas y de la formación del gobierno bipartito entre PSOE y IU. Todo el 'staff' de las delegaciones provinciales está en funciones desde hace más de cien días y en algunas áreas, como es el caso de Agricultura, ni siquiera existe un responsable político al frente. El nuevo Gobierno de la Junta, que preside el socialista José Antonio Griñán, ha tenido que aclarar que la reorganización y la reducción de consejerías que ha implantado su nuevo Ejecutivo obligan a la elaboración de un nuevo decreto de estructura para la periferia, «que lleva su tiempo». Sin embargo, más allá de la burocracia que supone el desarollo de una nueva normativa para regular la representación de la Junta en las ocho provincias andaluzas existe un trasfondo político. La división interna que vive el PSOE entre partidarios y detractores de Griñán es lo que ha frenado, entre otras cosas, los nombramientos de los nuevos responsables políticos de las delegaciones provinciales. La dirección del partido aguantará hasta el final de sus congresos, precisamente este fin de semana tiene lugar en Almería el regional y la semana que viene será el provincial, para dar a conocer a los titulares de las delegaciones provinciales. Será clave el resultado de ambas citas para facilitar los nombramientos. Cádiz ha sido un polvorín en la guerra abierta que mantienen oficialistas y griñanistas. El candidato a la secretaría provincial del partido, el oficialista Rafael Quirós, no ha tenido pelos en la lengua a la hora de denunciar la parálisis que sufre la gestión de la Junta en la provincia, donde proyectos urbanísticos y decisiones de calado esperan a que un nuevo jefe político ocupe el sillón para su aprobación o no. Todo apunta a que el PSOE antepone la resolución de su debate interno al nombramiento de los nuevos delegados en Cádiz.