Retratos

La costumbre de los distintos ministerios de revestir las paredes de sus suntuosas salas con retratos de quienes ocuparon el más alto rango en ellos nos está saliendo caro. Se nos dirá que es la tradición, que así se venía haciendo. Pues diremos, y para mí que la opinión es generalizada, que en los tiempos que corren valdría más saltarse esa norma, y esperar para continuarla en tiempos más bonancibles. El retrato de Álvarez Cascos, titular de Fomento en el segundo mandato de Aznar, va a costar la friolera de 190.000 euros. Que no digo yo que el trabajo del prestigioso Antonio López no lo valga, Dios me libre, sino que muy bien se podía evitar para no atosigar a las arcas del Estado con estos gastos -no muy lejos están los 82.000 del lienzo encargado por el expresidente del Congreso José Bono- cuando todos contemplamos, entre sobresaltos diarios, las embestidas que se dan a nuestra maltrecha economía. ¿ No se contentarían sus excelencias con una foto, enmarcada en madera noble?