Dolores de Cospedal, Juan Ignacio Zoido, Mariano Rajoy y Javier Arenas en la precampaña de las elecciones municipales en Sevilla :: EFE
ANDALUCÍA

El PP andaluz saca la brújula otra vez

Zoido hereda un partido sólido, con mucho poder local y el techo electoral más alto de su historia La marcha de Javier Arenas abre una etapa incierta para el principal partido en Andalucía

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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La marcha de Javier Arenas de la política andaluza crea una situación sin precedentes en el PP regional. No sólo porque acaba una etapa de dos décadas, sino porque un partido sólido, en su mejor momento estructural y con los mejores resultados electorales de su historia debe volver a sacar la brújula para buscar una nueva dirección. Hoy se reúne la junta directiva regional de forma extraordinaria para convocar un congreso los días 13, 14 y 15 de julio al que se presentará Juan Ignacio Zoido como candidato único a presidir el partido en Andalucía. Con ello culmina una semana de infarto en el PP andaluz.

Una situación que no se tranquilizará el 15 de julio. El alcalde de Sevilla podría no ser el candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía porque no tiene intención de dejar su Ayuntamiento. El planteamiento abre una etapa incierta para el principal partido en Andalucía porque tendrá que buscar un candidato no muy tarde, por si hay adelanto electoral.

Pero no hay que descartar que Zoido sea candidato y alcalde. Aunque la situación parezca surrealista no es insólita dentro del PP. Teófila Martínez asumió la presidencia del PP-A en 1999 siendo alcaldesa de Cádiz, cargo que no dejó pese a presentarse como candidata a la presidencia de la Junta dos veces, en 2000 y 2004. Hoy sigue siendo alcaldesa.

Algunos quieren ver en la operación Zoido un 'déjà vu' de aquella otra marcha de Javier Arenas de la política andaluza, cuando en 1996, tras perder por segunda vez frente a Chaves, es rescatado por Aznar para su primer gobierno, pero sigue tutelando el partido con la puerta abierta para un regreso, que se produjo en 2004.

Todas las fuentes consultadas coinciden en que esta vez la despedida de Javier Arenas de la política regional es definitiva. Él mismo admite que no será candidato por quinta vez a la Presidencia de la Junta. «No tiene sentido que vuelva a presentarme para presidir el partido cuando no voy a ser candidato», ha confesado para justificar por qué no debe postergar su renuncia más tiempo.

Los dirigentes y bases del PP andaluz ya tenían asumido que se marcharía en septiembre, cuando estaba previsto que se celebrara el congreso. Todos daban por hecho que Rajoy le rescataría como ministro o para ocupar una mayor responsabilidad en el PP. Algunos habían presionado para que Arenas se quedara no obstante al frente del partido. Otro sector, menos visible, creía necesario el relevo, abrir una nueva etapa. Consideran que Arenas es un buen dirigente, pero como candidato a presidente de la Junta está quemado.

Suspendido por el CIS

La última valoración del CIS le da una puntuación de un 3,9, la peor en mucho tiempo. Esta nota se conoce el 6 de junio. Justo cuando, según el entorno de Arenas, este comienza a hablar con Mariano Rajoy sobre su relevo inminente en Andalucía. Nadie se percata de nada. Él afirma que también lo habla con Dolores de Cospedal, pero otras fuentes aseguran que no, que solo lo ha pactado con Rajoy, el único que conocía su determinación. Incluso su número dos en Andalucía, Antonio Sanz, asegura que conoció que se iba tan pronto un día antes.

La decisión se produjo el pasado fin de semana. Todo vía telefónica. El sábado día 9 por la mañana Arenas se reúne con representantes médicos para hablar de los recortes del Gobierno andaluz. Durante la reunión algunos observan nervioso a Javier Arenas. Sale y entra de la sala y en alguna ocasión escuchan que habla con Mariano Rajoy por teléfono. Está previsto que intervenga ante los medios la vicesecretaria de Organización, Ana Corredera. Esta prepara la documentación, cuando sin previo aviso sale Javier Arenas. Será su última rueda de prensa como presidente del PP andaluz. Arenas no desvela nada, pero ya tiene decidida la renuncia.

La noticia se da de una forma rocambolesca. Primero Antonio Sanz anuncia que Arenas no se presentará como candidato para presidir el partido, luego este hace pública una carta y un vídeo donde explica lo mismo. Además asegura que pasa a un segundo plano en política. Es decir, insiste en que no se va por una nueva responsabilidad nacional, ni en el Gobierno ni en el partido. Deja su escaño de líder de la oposición en el Parlamento andaluz para sentarse dos filas atrás como uno más de la bancada del PP.

Todo parece una película montada para despistar. ¿A quién? Todas las fuentes coinciden en un nombre: Dolores de Cospedal, quien paradójicamente comenzó su carrera como asesora del ministro Javier Arenas en 1997. Mucho ha llovido desde entonces. Nadie niega la rivalidad de ambos, aunque se cuidan mucho de no aparentarla en público. Cospedal torpedeó su deseo de asumir la coordinación del PP en el congreso nacional de febrero. Ahora quería llevar la voz cantante en su sucesión en Andalucía y ganarse al nuevo equipo para reforzar su cada vez más débil posición en Génova. Algunos barones territoriales no ven bien su acumulación de cargos.

Adelantarse a Cospedal

Esta es otra razón por la que Arenas precipita su despedida de manera tan teatral. Quiere adelantarse a las maniobras de Cospedal durante el verano para influir en la elección de su sucesor y su equipo. No lo va a consentir. El nombre de Zoido surge del consenso porque gusta a Rajoy, tiene una amplia trayectoria profesional y política y ha ganado una Alcaldía importantísima en el feudo del PSOE. Su nombre empezó a sonar desde el 26 de marzo. Cospedal se apresuró a buscar la foto con el alcalde días después en la Semana Santa sevillana. La sucesión ya estaba en marcha.

Lo más extravagante es la pugna sobre de quién es Zoido candidato, si de Cospedal o de Arenas. Arenas afirma en su carta de despedida a los militantes que no quiere tutelar su relevo y que por ello deja a Zoido de coordinador del proceso. Pero la misma tarde del lunes llama a los medios informativos locales de Sevilla para insistir en que Zoido será su sucesor. Reúne a los presidentes provinciales en Antequera por la noche en una cena para calmar los ánimos y el miércoles fuerza un comunicado de todos en apoyo del alcalde de Sevilla, que acaba por convencer a este. Sin este comunicado Zoido no hubiera aceptado, como él mismo afirmó, ante la rebujina de los dirigentes de las provincias orientales que le miran con recelo por su sevillanismo y le piden que dimita como alcalde.

Amigo de Cospedal

El sector de Zoido habla de que este y Cospedal son amigos desde la primera época del Gobierno de Aznar y que Cospedal llamó a los presidentes provinciales para convencerles sobre el alcalde de Sevilla. Zoido no quiere aparecer solo tutelado por Arenas, sino también por Dolores de Cospedal.

Lidiar con la rivalidad Arenas-Cospedal por el control de Andalucía no será el principal reto de Zoido. Hereda el principal partido en esta comunidad tras ganar las tres últimas elecciones. No gobierna en la Junta, pero sí en las ocho capitales y en cinco diputaciones. Tiene un poder inmenso. Es la herencia del liderazgo de Javier Arenas durante 19 años, sobre todo de su labor en los últimos ocho. Todo el equipo que hereda también es de Arenas. Hay consternación por su marcha y preocupación entre los que han sido sus más estrechos colaboradores. Salvo Antonio Sanz, que se marcha con él a Madrid. No saben si Zoido contará con ellos.

El alcalde de Sevilla quiere las manos libres para hacer su equipo. Sin embargo no tendrá más remedio que hacer equilibrios territoriales si desea la paz interna en un partido con más de cien mil militantes y asumir parte del equipo de Arenas al menos por un tiempo para no crear excesivo malestar. No es previsible que cambie al portavoz del Parlamento, el granadino Carlos Rojas.

La elección de su número dos, el puesto de secretario general, marcará la pauta de los equilibrios. Dan por hecho que será de una de las provincias orientales y no podrá ser alcalde para tener dedicación exclusiva. El nombre de Juan Manuel Moreno Bonilla ha sonado esta semana. Pero el político malagueño parece que prefiere seguir como secretario de Estado de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en el ministerio de Ana Mato.