La dirección de Gadir Solar presenta también concurso de acreedores

La dirección de la empresa de paneles fotovoltaicos Gadir Solar, que se encuentra en el polígono del Trocadero, se ha visto obligada a presentar concurso de acreedores ante la imposibilidad de afrontar pagos. La factoría despidió el pasado mes a sus 196 trabajadores a través de un ERE, una maniobra que ha generado una fuerte polémica en la Bahía, ya que la plantilla se ha ido a la calle sin indemnización.

El consejero delegado de la empresa, David Naranjo, ha destacado que la crisis de la industria fotovoltaica, provocada por la desaparición de los programas para parques solares en España, Italia y Francia, «ha colocado a la sociedad en una posición muy difícil desde la primavera del año pasado».

Gadir Solar ha tratado sin éxito en 2011 de renegociar su deuda mediante la obtención de una ayuda en forma de aval, acogido a un programa de apoyo a empresas con dificultades en Andalucía. La empresa tuvo que realizar un ERTE mientras esperaba los fondos, que finalmente ha terminado con un expediente de extinción definitiva. Naranjo señala que durante este tiempo también se ha contactado con multinacionales extranjeras con interés en realizar inversiones en la factoría, pero tampoco ha tenido un resultado positivo.

La instalación de Gadir Solar en Puerto Real, que pertenece al Grupo Aurantia, supuso una inversión aproximada de 110 millones de euros. Dicha inversión se financió, según el consejero delegado, mediante subvenciones a fondo perdido por importe de 13 millones, préstamos subvencionados por 10 millones y más de 80 millones provenientes de los accionistas. Los sindicatos estudian poner el caso de Gadir Solar en manos de la Fiscalía. Denuncian que esta empresa ha recibido unos 28 millones de euros en ayudas públicas, la mayoría de la Junta, para cerrar tres años después de su implantación en la Bahía.

Los accionistas y la administración de la sociedad están poniendo todos los medios que están a sus alcance, mediante la reestructuración de la deuda y la entrada de un nuevo inversor, para buscar una solución satisfactoria para poder restablecer la actividad.