El presidente Rajoy, acompañado por la vicepresidenta Sáenz de Santamaría y el secretario iberoamericano, Enrique Iglesias, con la imagen de la Catedral de Cádiz al fondo. :: PACO CAMPOS
Cumbre Iberoamericana

El Gobierno centra en la economía y el empleo la Cumbre Iberoamericana de Cádiz

El encuentro, del 16 al 17 de noviembre, tendrá como prólogo varias reuniones entre ministros y secretarios de estado

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El Gobierno escenificó ayer con el presidente Mariano Rajoy al frente la segunda ceremonia de apoyo público al Bicentenario de la Constitución de 1812 en Cádiz. La primera se produjo cuando la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, también presente ayer, presidió la Comisión del Bicentenario el pasado enero. Ahora, justo en la víspera del inicio de marzo, el gran mes constitucional que incluye el señalado día 19 de la proclamación histórica, los dos primeros responsables del Ejecutivo protagonizaron la presentación de la Cumbre Iberoamericana que conformará la otra gran cita del año. Se celebrará los días 16 y 17 de noviembre tal y como adelantó LA VOZ. El detalle de fechas y contenidos, expuesto ayer en Madrid, es la segunda exhibición de respaldo en tres meses. Además, a falta de confirmar protagonistas, el encuentro iberoamericano de Cádiz ya tiene un eje temático.

La crisis y las diferencias del crecimiento económico en ambas orillas del Atlántico centrarán la agenda de la XXII Cumbre Iberoamericana que también tiene el reto de dar un nuevo impulso a estas citas anuales, cuyo prestigio ha caído en picado, especialmente en Suramérica, después de reiterados fiascos como el vivido durante el último precedente, en Asunción, con ausencia de varios mandatarios destacados, sin los que el debate aparece mutilado.

El jefe del Gobierno español confía en dar un nuevo impulso a las cumbres iberoamericanas, tras el desencanto generalizado que provocó la celebrada en octubre pasado en Paraguay. «Siento que ya está en agonía esta cumbre», llegó a declarar entonces el presidente boliviano, Evo Morales. Mariano Rajoy se mostró ayer confiado en revertir la situación e insistió en que «la comunidad es un activo extraordinario para que todos nuestros países tengan una presencia relevante en la economía y en las relaciones internacionales».

«Por ello es conveniente revitalizar y dar un nuevo impulso a las cumbres, sin perjuicio de la presencia en otros foros», dijo, quien añadió que «si actuamos unidos y con decisión, podemos hacer de Iberoamérica un referente en la escena internacional y un motor de crecimiento y prosperidad para todos». Con esa premisa, el apartado económico será el centro de la cumbre gaditana de noviembre.

En un contexto de dificultades económicas «se hace necesario dedicar una atención especial a las políticas de crecimiento económico», afirmó el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, en la presentación en la sede madrileña de la Secretaría General Iberoamericana (Segib) de la cita internacional de Cádiz.

Acompañado por el secretario general iberoamericano, el uruguayo Enrique Iglesias, Rajoy insistió en que «reducir la pobreza, favorecer la igualdad de oportunidades y consolidar el bienestar son consecuencias lógicas del crecimiento económico, y por ello, debemos dedicar nuestros mayores esfuerzos en la Cumbre a alcanzar estas metas».

Con una tasa de desempleo del 22,85% de la población activa a finales de 2011 y en medio de una gran cura de austeridad para tratar de atajar el alto déficit público que se situó en el 8,5% del PIB el pasado año, lejos del objetivo del 6%, España no duda en mirar hacia el otro lado del Atlántico, donde sus empresas están bien implantadas, para intentar salir de la crisis. Cádiz siempre fue puerto de entrada y salida para las aspiraciones comerciales españolas. Durante el próximo noviembre recuperará, en esos dos días clave, ese papel histórico. «Contemplamos con enorme satisfacción el progreso de una Iberoamérica, que emerge y se convierte en punto de encuentro con las pujantes economías asiáticas. Más que nunca, lo que es bueno para Iberoamérica es bueno para España», dijo Rajoy durante la presentación del encuentro gaditano. «Iberoamérica tiene mucho que aportar y España tiene los brazos abiertos, desde la igualdad y la libertad», insistió el jefe del Gobierno español.

Crecimientos dispares

En un contexto de crisis generalizada, «América Latina debe ser parte de la solución», añadió, por su parte, Enrique Iglesias, quien recordó que Latinoamérica «es una región emergente que ha manejado bien los tiempos en una situación de crisis global y que tiene un futuro prometedor en base, entre otras cosas, a la buena conducción de sus políticas macroeconómicas».

Mientras Europa afronta estancamiento y recesión, América Latina podría registrar un crecimiento superior al 4% en 2011, según previsiones de la Comisión Económica para América Latina (Cepal). Cádiz aspira a ser un puente entre esas dos realidades para que ahora sea la prosperidad americana la que estimule las incertidumbres españolas y europeas.

«Las oportunidades que ofrecen los lazos históricos, culturales y jurídicos en el seno de la comunidad iberoamericana de cara a crear riqueza son enormes», añadió Rajoy. Como mayor novedad, el presidente del Gobierno anunció que como prólogo de la Cumbre, Cádiz y otras ciudades españolas acogerán «reuniones de alto, nivel de asuntos económicos». En esas citas previas se esperan a ministros de más de una decena de países.

La de Cádiz será la tercera cumbre que se celebre en España, tras la de Madrid en 1992 y la de Salamanca en 2005. Será uno de los dos mayores momentos de atención pública del Bicentenario de la primera Constitución Española de 1812, La Pepa.