Cartas

A la gerencia territorial del catastro de Cádiz

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El pasado verano presenté una reclamación ante la Gerencia Territorial del Catastro para que fuera corregido un error publicado en la web de este organismo, consistente en que un descansadero situado junto al río Álamo aparece identificado como la parcela rústica 26 del polígono 26 de Alcalá de los Gazules. Dicho descansadero constituye una vía de comunicación para las propiedades colindantes, pero desde hace dos años ha sido ocupado ilegalmente por unos individuos con antecedentes penales y policiales del barrio alto de Alcalá, que han construido allí unas instalaciones clandestinas destinadas a la doma equina y a la cría de perros y gallinas sin ningún tipo de control sanitario ni veterinario. La zona se ha convertido en un punto de encuentro del hampa de la comarca, aparecen plantas de marihuana por doquier y se han multiplicado los robos y los enfrentamientos con los propietarios, pues al ser denunciados por su ocupación ilegal, estos delincuentes se han amparado en la información errónea publicada en la web del catastro para amenazar a los vecinos con ocupar sus casas, porque en esta web las lindes están desplazadas.

La respuesta que han dado las instituciones al problema no ha podido ser más deficiente: el juzgado de Paz de Alcalá ha retrasado de forma considerable el proceso judicial, la Consejería de Medio Ambiente se desentiende del mismo para evitar enfrentamientos entre los okupas y sus agentes y la Gerencia Territorial del Catastro, en lugar de corregir esos errores, me amenaza con denunciarme por injurias utilizando sus servicios jurdicos y, además, pretende tomar represalias contra mis familiares desde su posición de superioridad con multas acusándolos falsamente de no pagar la contribución de sus viviendas en el campo, al no poder ejercer su acoso sobre mi persona porque no poseo inmuebles a mi nombre. Es increíble la cantidad de imbéciles que existen en la administración pública.