El San Fernando frena en seco al líder

Una victoria de las que marcan etapas, abren y cierran ciclos. Esa es la sensación que queda en el cuerpo después de ver como el San Fernando fue capaz de superar con buen fútbol a un gran Sanluqueño, que llegaba enchufado a la cita y que también fue a por el partido, en lugar de aferrarse a la racanería. Un triunfo que puede marcar un antes y un después en el devenir de la temporada de los azulinos.

Lo que sí es cierto es que los hombres de Antonio Iriondo demostraron a su público y a sí mismos que son capaces de derrotar a cualquier equipo. Tras este encuentro, la moral sale muy reforzada y a buen seguro que repercutirá en las citas venideras.

La victoria se fraguó a base de casta, y fue la lógica consecuencia de la superioridad que demostró el San Fernando sobre el Sanluqueño en la mayor parte del encuentro. El equipo se mostró muy seguro en tareas defensivas, espoleado por un gran Raúl López que empieza a sacar su garra y a emplear sus tablas para poner orden en lo que hasta antes de su llegada había sido una viña sin vallado.

A partir de ahí, los azulinos empezaron a generar fútbol y a tapar los caminos de los verdiblancos, que en la primera parte apenas llegaron con peligro al marco de Bocardo. Labores que la dupla formada por Polaco e Iván Guerrero ejecutó a la perfección, arropados por un gran escudero como fue Germán. Como suele decirse, realizaron el trabajo que no luce, el que no se ve, pero sin su frescura el equipo habría tenido más problemas.

Arriba, esta vez volvió a encontrarse el acierto. Y eso que a ultimísima hora Carlitos tuvo que suplir a Sergio Beato porque el jerezano no se encontraba en condiciones de vestirse de corto. Ñoño pudo haber adelantado acontecimientos, pero quizás el instintivo ansia de marcar que lleva dentro de sí todo delantero le hizo pecar de insolidario, porque si hubiera optado por el pase horizontal a su izquierda Pedro Carrión no habría tenido más que empujar el balón al fondo de las mallas, cuando solamente se habían disputado 13 minutos.

Fue el propio malagueño, que ayer se adjudicó su noveno doblete y que acumula ya 25 goles, el que abrió la lata tras batir por bajo a Fran en una gran acción personal, con la que echaba el cerrojazo a la primera parte.

Carlitos allana el camino

Las cosas se ponían de cara para los azulinos pero los primeros compases de la segunda parte volvían a generar los temores de otras ocasiones. Un bajón en la intensidad quizá podía complicar el resultado, pero el San Fernando aguantó bien el primer cuarto de hora en el que las embestidas sanluqueñas eran constantes, y a partir de ahí creció mucho en la cita.

Más cuando Carlitos se convirtió en el protagonista de la jugada clave del partido, al presionar un balón franco para el meta Fran, que se confió y acabó perdiendo la cartera y dejando en bandeja el 2-0 para el chiclanero.

Un tanto que esclareció el panorama y cambió por completo el escenario. A partir de ese momento, los azulinos se crecieron y rondaron el tercero. Tan solo Castillo, con un gran disparo, probó a Bocardo desde lejos e intentó sacudir la presión que sentía su equipo para meterlo otra vez en el partido.

Carrete lo intentó todo desde el banquillo, moviendo ficha al poner toda la carne en el asador, pero las soluciones no llegaban. No obstante, hubo opción de que llegara el 2-1, pero lo que pasó fue que el San Fernando consiguió cerrar la goleada con el tercero, obra de Pedro Carrión de penalti .

Ahí se acabó el duelo, aunque el Sanluqueño pudo llevarse su gol si un remate acrobático de Guille no se hubiera estrellado en el largueor cuando se cumplía el último minuto.