Sociedad

La 'mafia' de Megaupload

La fiscalía de EE UU calcula en 387 millones de euros los daños causados por las descargas de archivos con 'copyright' Kim Schmitz se enfrenta a una pena de 50 años por crimen organizado

MADRID. Actualizado: Guardar
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«No tenemos nada que ocultar», decía el alemán Kim Schmitz al abogado que trataba de impedir que decenas de fotógrafos registraran su oronda imagen ante un tribunal neozelandés. La misma corte que minutos después decretaba su ingreso en prisión de forma preventiva, al menos hasta la vista del lunes. El millonario fundador de Megaupload -la famosa web de descargas cerrada el jueves por el FBI- y los otros tres directivos encarcelados, dos de ellos alemanes y un holandés, podrían enfrentarse a penas de cárcel de hasta 50 años en Estados Unidos, país que ordenó sus detenciones y que ya tramita la extradición de los cuatro acusados.

La fiscalía norteamericana mantiene que la página de almacenamiento más famosa del planeta forma parte de una «organización delictiva responsable de una enorme red de piratería informática mundial». Cuantifica los daños causados a los derechos de autor en al menos 500 millones de dólares (alrededor de 387 millones de euros). Las autoridades calculan también que, a través de este portal, que daba acceso a millones de archivos con y sin 'copyright', la empresa ingresó unos 135 millones de euros, tanto por publicidad como por los pagos que 150 millones de usuarios realizaban mes a mes a cambio de contratar un servicio 'premium', mucho más rápido y eficaz que el acceso gratuito.

Junto a Schmitz, que contaba con permiso de residencia en Nueva Zelanda, permanecen en prisión sus compatriotas Mathias Ortmann y Finn Batato, que figuran en el departamento de Inmigración como 'visitantes', y el holandés Bram van der Kolk, también con permiso de residencia. Otros tres directivos de la web perseguidos por la justicia estadounidense, el alemán Sven Echternach, el eslovaco Julius Bencko y el estonio Andrus Nomm se encuentran en paradero desconocido.

Pero, ¿en qué se fundamenta la acusación contra los gestores? Parte del auto lo conforman una serie de correos electrónicos intervenidos. En ellos parece claro que los directivos sabían que sus sitios se utilizaban para ilícitos. Así, en un mensaje, Van der Kolk asegura: «Tenemos un negocio curioso... Piratas de la era moderna :)» y Ortmann responde: «No somos piratas, sólo proveemos el barco a los piratas».

Pero Nueva Zelanda no es el único escenario en el que se ha llevado a cabo la operación. Capitaneada por Estados Unidos, la actuación policial también ha dado lugar a redadas y cierre de servidores en nueve naciones, entre ellas Holanda, Canadá y Hong Kong. No en vano la sociedad, fundada por Schmitz y Ortmann hace ya siete años, está domiciliada en el país asiático.

Las detenciones se producen diez días después de que un tribunal de Virginia acusase a los directivos de la web de conspiración criminal, violación de los derechos de autor y blanqueo de dinero. A diferencia del intercambio de archivos a través de programas P2P como eMule, en el que dos usuarios comparten lo que contienen en sus discos duros, Megaupload funcionaba como un espacio de almacenamiento en la nube, al igual que servicios como YouTube, iCloud o Google Docs. Era un disco duro virtual en el que los usuarios dejaban archivos y luego, si querían, los hacían públicos. El cierre hace sospechar que otros servicios similares como Rapidshare puedan correr la misma suerte.

Por si fuera poco, la noticia llega justo durante la posible aprobación de la ley SOPA y la ley PIPA, con las que Estados Unidos pretende ganar la lucha a la piratería. Finalmente, el Senado va a retrasar la votación tras las presiones recibidas por parte de páginas como Wikipedia y Google.