CONTADOR Y PEPE ALBA

El ciclismo es un deporte de aventura, sacrificado y lleno de valores. Además, es apasionante si consigues engancharte a él como aficionado. La crisis, primero del dopaje y luego económica, ha conseguido que España haya olvidado las gestas de Perico Delgado y Miguel Indurain. Y por mucho que gane carreras Alberto Contador, el ciclismo parece condenado de por vida. En Cádiz la cosa esta peor. El ciclismo gaditano está a pique de extinción. Si un chaval de doce años quiere coger la bici 'por derecho', la posibilidad más cercana (y única) que tiene de apuntarse a un equipo está en Chiclana. Allí, el ex profesional y olímpico Pepe Alba, enamorado platónicamente de este deporte, saca adelante todos los años (y van casi 50) un equipo junior (hasta 15 años) de ciclismo. Esta nueva temporada llevará el nombre de Vipren-Belizón Rodríguez, dos patrocinadores que ponen 'algo' para ayudar a Pepe en su cruzada. Este chiclanero ha dedicado media vida a mantener la ilusión de un puñado de chavales que comparten la pasión de la bicicleta. En Cádiz hay centenares de equipos de fútbol federados en las distintas categorías que van desde pre benjamines hasta juveniles. Equipos de ciclismo, segundo, tercer, cuarto o quinto deporte de este país (eliga usted el lugar) sólo hay una escuela en toda la Provincia y encima está cada vez más 'tieso' por falta de ayudas. Materia prima de ciclistas tenemos de sobra. Moreno Periñán dio sus primeras pedaladas en el velódromo de Chiclana, de la mano de Pepe Alba, para conseguir luego la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona '92. El más reciente, el trebujenero Juanjo Lobato, corredor profesional, ganó la pasada semana dos etapas en la Vuelta a Chile y ya corrió (a sus 22 años) la Vuelta a España la temporada pasada. Pero me temo que, igual que sucede con las victorias de Contador en España, Lobato puede ganar lo que quiera y Pepe Alba dedicarle media vida a su equipo que en Cádiz la gente está por la labor de dejar huérfano a este deporte. Ojalá me equivoque.