Varios visitantes del Museo del Prado contemplan la obra 'Composición VI' (1913), de Vassily Kandinsky, que forma parte de la exposición 'El Hermitage en el Prado'. :: EFE
Sociedad

Madrid florece en otoño

El eje Prado-Recoletos ofrece esta temporada innumerables propuestas culturales para deleitarse con el mejor arte

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La apretada agenda cultural que Madrid suele preparar para sus meses de otoño en realidad no ha hecho más que seguir el ritmo de un verano frenético, en una capital donde la fórmula agosto = ciudad desierta ha empezado a formar parte del pasado. Conscientes de la precariedad de los tiempos, en los que la inmensa mayoría no puede permitirse escapar durante un mes del asfalto recalentado, los centros artísticos madrileños de referencia no han dejado de proponer alternativas asequibles al calor de un verano especialmente intenso en conciertos, espectáculos y exposiciones. Una ciudad que es capaz de albergar con el mismo entusiasmo el Día del Orgullo Gay y la Jornada Mundial de la Juventud, con visita papal incluida, no necesita más pruebas para demostrar que se reinventa cada día. Al llegar el frío, Madrid no abandona su pulso cotidiano con decenas de apuestas estimulantes para un otoño en el que los amantes del arte están de enhorabuena.

La distancia que existe entre nosotros y las exposiciones de arte más importantes de este otoño es de sólo dos pasos. El primero es necesario para subir al tren en la estación de Cádiz. El segundo, para bajarnos en Atocha. Ante nosotros, más de 600 kilómetros cuadrados de ruido, atascos, multitudes y precios imposibles. Es Madrid. Sin embargo, en el epicentro de todo este caos, sólo dos kilómetros en línea recta concentran una selección antológica de exposiciones, en su mayoría inéditas en España, y con muchas opciones de verlas casi todas gratis. Para entrar, sólo hay que esperar a que un semáforo se ponga en verde.

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía puede ser un duro comienzo para los más conservadores. Sus propuestas artísticas no son aptas para reacios a abrir la mente ante las corrientes artísticas más innovadoras. A pesar de ello, toda ocasión para educar el ojo debe ser siempre bienvenida, y el Reina Sofía es el lugar ideal. Se trata de un ejemplo claro de que tradición y modernidad son compatibles y complementarias, como bien demuestra la perfecta sintonía entre el edificio primitivo del siglo XVIII y la moderna ampliación de 2005. Por ello resulta recomendable una visita tanto a su colección permanente, con el 'Guernica' como buque insignia, como a sus exposiciones temporales. Estas muestras ofrecen las más dispares y atrevidas propuestas contemporáneas, sorprendiendo con pioneras creaciones en forma de instalaciones, escultura, pintura, videoarte, performances, cine o fotografía. Las disfrutarán especialmente los niños que normalmente son más capaces de dejarse llevar por el placer contemplativo. Si visitamos el museo en noviembre tendremos nada menos que cinco exposiciones temporales para explorar en el arte más reciente. Hasta el 9 de enero podemos visitar una pequeña exposición de Andreas Fogarasi: 'La ciudad de color / Vasarely Go Home', donde el artista austríaco, a partir de la proyección de un documental y articulando el espacio con piezas de mármol y fotografías, trata de hacernos reflexionar sobre el papel del arte urbano al servicio del poder.

'Estrategia de juego' es la primera exposición retrospectiva que se le dedica en España a Alighiero Boetti (finaliza el 5 de febrero). Reúne más de cien piezas de distintos momentos de su trayectoria, desde las primeras, más relacionadas con el Arte Povera, hasta los bordados y tapices que hizo en colaboración con artesanos de Afganistán y Pakistán. Boetti deja actuar al azar y a manos ajenas en la creación de sus obras de arte, invitando al espectador a que forme parte del juego. Del 26 de octubre al 27 de febrero estará expuesta 'Locus Solus. Impresiones de Raymond Roussel', un homenaje al escritor francés, clave para la comprensión del arte del siglo XX.

En cualquier caso, si todo este contenido no ha llegado a convencernos, siempre podemos disfrutar de su continente, de su atractiva tienda, de su librería. o de un bocadillo de calamares en el mítico Bar El Brillante, en la plaza del Museo. Otra alternativa es dar un paseo por el Retiro, donde del 10 de noviembre al 9 de abril en el Palacio de Cristal, bajo la tutela del mismo Reina Sofía, podremos disfrutar de las instalaciones de Soledad Sevilla que pertenecen a la muestra 'Escrito en los cuerpos celestes', donde investiga con la materia, el color, la luz y la geometría.

A sólo 5 minutos del Reina Sofía, sin cambiar de acera, nos encontramos con el exótico jardín vertical del Caixa Forum, el centro cultural que se ha hecho un hueco imprescindible dentro del antes llamado Triángulo del Arte madrileño, hoy convertido en 'polígono'. Hoy es el último día que se podrá visitar 'Teotihuacan. Ciudad de los Dioses', una ocasión única para conocer la sociedad, cultura y fisionomía de la que fue mayor ciudad prehispánica y centro de la civilización mesoamericana, hoy Patrimonio de la Humanidad. De la ciudad conocida como 'el lugar de los dioses', esta exposición nos trae piezas de cerámica, joyas, objetos cotidianos, escultura, pintura y fragmentos de su espectacular arquitectura. Sólo un piso más abajo encontramos más de cien obras que componen la exposición más importante que hasta la fecha se ha realizado en España del gran pintor francés del Romanticismo, Eugène Delacroix (1798-1863) -hasta el 15 de enero-. Sus ya conocidos cuadros de dramáticas escenas históricas, llenas de movimiento y color, se completan con unas acertadas aportaciones realizadas con motivo de sus viajes por España y Marruecos.

Cruzando a la otra acera del Paseo nos encontramos con la meca de todos los fieles a la cultura que acuden a Madrid: el Museo del Prado. El 8 de noviembre comenzó uno de los acontecimientos culturales de la temporada, por lo que quien no haya visitado antes la colección permanente del Museo del Prado tendrá hasta el 25 de marzo 120 alicientes más: las obras que componen 'El Hermitage en el Prado', una exposición sin precedentes -por primera vez el museo ruso expone en el extranjero una selección de este calibre- . Pintura, escultura, dibujo, arqueología, artes decorativas, trajes de época y mobiliario. Abarca desde los siglos V a.C. hasta el XX. Una ocasión irrepetible de ver juntas obras de Tiziano, Caravaggio, Ribera, Velázquez, Rembrandt, Durero, Rubens, Ingres, Bernini, Monet, Cézanne, Renoir, Gauguin, Matisse, Picasso, Kandinsky o Malevich.

Sólo hay que volver a hacer uso del paso de peatones para toparnos con otro centro fundamental. El éxito incomparable de la exposición de Antonio López, evento artístico por excelencia de los últimos meses, y de su horario nocturno de verano ha llevado al Museo Thyssen-Bornemisza (Paseo del Prado 8) a mantener sus puertas abiertas los sábados hasta las 11 de la noche, además de en su horario habitual, para las dos interesantes exposiciones temporales con las que encara el otoño: 'Arquitecturas Pintadas' (del 18 de octubre al 22 de enero) y 'Berthe Morisot' (del 15 de noviembre al 8 de febrero).

La recién inaugurada 'Arquitecturas Pintadas. Del Renacimiento al siglo XVIII' está compuesta por 144 obras, repartidas entre las salas del Thyssen -que alberga las obras desde el Renacimiento hasta el siglo XVII- y la Casa de las Alhajas de la Fundación Caja Madrid (Plaza de San Martín 1), que reserva sus paredes al siglo XVIII. A menudo relegada a un segundo plano en pos de una escena de acción protagonista, la arquitectura representada en pintura a lo largo de los siglos que abarca la muestra comprende un variado e importante valor tanto plástico como conceptual. Este análisis de la arquitectura representa una ocasión excepcional para aprender de la pintura desde otra perspectiva, tanto para admirar obras de maestros clásicos como Poussin, Carracci, Bellini o Claudio de Lorena como para descubrir otros pintores.

La otra gran apuesta es una monografía, hasta ahora inédita en España, dedicada a Berthe Morisot. En un panorama casi monopolizado por los artistas masculinos, y quizás más conocida como protagonista de algún retrato de su maestro y cuñado Edouard Manet, irrumpe un caso excepcional. La obra de Morisot llega a nuestros días gracias a que pudo contar con el apoyo de su familia para dedicarse al arte. Influenciada por Renoir, fue, además de la primera artista impresionista, una adicta al entorno cultural en el que vivía.

La siguiente parada: una exposición que, desde París, llega a la sede Recoletos de la Fundación Mapfre hasta el 8 de enero: la retrospectiva a los 40 años de creación del diseñador de moda Yves Saint Laurent. Cuenta con casi 150 piezas de alta costura y prèt-a-porter, complementos, dibujos, fotografías, retales, patrones, películas y objetos personales del modisto argelino, y que repasan sus creaciones desde sus inicios como creador más joven de alta costura francesa hasta su desfile de despedida. Se observa la evolución del que sería el gran revolucionario de la moda femenina. Aparecen ante nuestros ojos los grandes hitos de su carrera: el esmoquin, la sahariana y el traje pantalón, complementados con decenas de creaciones inspiradas en viajes exóticos y en maestros del Arte. Creaciones que en su día cubrieron las pieles de Grace Kelly, Lauren Bacall o Catherine Deneuve, su musa.

La última parada en nuestro paseo cultural es la que se puede disfrutar hasta el 8 de enero en la Sala de Exposiciones del Teatro Fernán Gómez (Plaza de Colón 4): 'Viaje al Cine Español (1987-2011). 25 años de los Premios Goya', un repaso al último cuarto de siglo de creación cinematográfica española. Tomando como eje narrativo los 25 films premiados con el Goya a la Mejor Película, desde 'El viaje a ninguna parte' hasta 'Pa Negre', pasando por producciones de Berlanga, Fernán Gómez, Saura, Amenábar, Almodóvar o Coixet. La exposición recupera escenografías, bocetos, fotografías y diversos objetos de los rodajes.

Además, Madrid ofrece gran cantidad de conferencias, proyecciones y actividades. Los dos pasos que hacen falta para volver no serán tan fáciles de dar. No pierdan el tiempo con la película mala del tren. Lean despacio los folletos que se han llevado de las exposiciones. Volverán.