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Los estudiantes acorralan de nuevo al Gobierno de Piñera

Otra protesta contra la política educativa chilena convierte Santiago en una batalla campal

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Barricadas, calles cortadas y comercios cerrados. Una multitudinaria marcha de estudiantes no autorizada por el Gobierno chileno fue brutalmente reprimida ayer por la Policía de Santiago con gases lacrimógenos y agua a presión, después de que fracasara horas antes la mesa de diálogo integrada por el movimiento de alumnos de Secundaria, universitarios y docentes por un lado, y el Gobierno de Sebastián Piñera por el otro.

Los dirigentes estudiantiles salieron decepcionados del encuentro en el que se discutiría sobre la gratuidad de la educación pública. El Ejecutivo chileno, tal y como había adelantado, se negó a avanzar en las exigencias de los estudiantes tras insistir en aumentar el porcentaje de becas y subsidiar la tasa de interés que pagan a los bancos las familias de los alumnos más pobres para afrontar la educación universitaria de sus hijos.

Para la dirigente de la Universidad de Chile Camila Vallejo, el Gobierno defiende una «postura obtusa» al negarse a tratar la gratuidad de la enseñanza y cerrarse en banda a las principales reivindicaciones de los alumnos. La joven, una de los líderes de la protesta, admitió que los cambios pueden ser graduales aunque defiende que se trata de una transformación «estructural» de la Educación.

El conflicto se desató hace cinco meses debido al alto endeudamiento de las familias por el coste de las universidades. Desde entonces, la gran mayoría de los centros de Secundaria y universitarios están en paro. Los estudiantes ya han convocado más de cuarenta movilizaciones tanto en Santiago como en otras ciudades del interior y casi todas han terminado igual: con represión policial, heridos, detenidos, y en uno de los casos un muerto.

Encuentro clave

Piñera ha convocado a los estudiantes para negociar y en más de una reunión se intentaron intercambiar propuestas entre ambas partes. Pero esta semana, en vísperas de un encuentro clave de los estudiantes con el ministro de Educación, Felipe Bulnes, en la que se discutiría sobre la gratuidad, el Gobierno envió al Parlamento un proyecto de ley que crea los delitos de saqueos y tomas y endurece sanciones contra quienes alteren el orden público. El proyecto es un reflejo del enfrentamiento que se vivió en la reunión.

Los estudiantes volvieron a marchar ayer por las calles de Santiago, pero fueron duramente contestados por los carabineros. «Esto es inaceptable. La represión y la violencia de hoy -por ayer- no tienen precedente», denunció airada Vallejo. Los jóvenes desafiaron la prohibición del Gobierno de la capital al concentrase en la céntrica plaza Italia. La mayoría abandonaron de inmediato la protesta, pero otros muchos respondieron lanzando piedras, levantando barricadas y destrozando mobiliario urbano, actitud que fue duramente reprimida por los agentes.