«La regularización de viviendas es esencial para dignificar la ciudad»

Gaditano de 36 años y padre de tres hijos, Diego Muñoz es una de las caras nuevas del equipo de gobierno de Moresco. Licenciado en Derecho por la UCA, cursó un máster en Política Territorial y Urbanismo en la Carlos III de Madrid y además es experto universitario en Administraciones Públicas. Tras su experiencia laboral en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla montó su propia consultora para empresas del sector inmobiliario como Noriega y Urende. Asegura que su salto a la política está motivado por el convencimiento de que «las cosas no están tan mal» y su voluntad por mejorar la calidad de vida de los portuenses mediante un urbanismo razonable y ordenado.

-Acaba de aterrizar en una de las concejalías más complicadas del Ayuntamiento. ¿Hacía dónde va a ir su gestión?

-La delegación tiene dos grandes objetivos: ser un instrumento al servicio de los ciudadanos, por un lado; y de fomento del desarrollo económico, el empleo y las viviendas de protección pública, por otro. Queremos facilitar la implantación de empresas, inversiones y proyectos. Estamos trabajando en la reorganización del área para cambiar el concepto de compartimentos estanco. Pero esto también se está dando en otras áreas municipales. No podemos trabajar por separado, sino de forma coordinada. También queremos informatizar los documentos para que el técnico, a golpe de un 'clic', pueda acceder a un expediente. Funcionar de forma digitalizada es básico hoy día. Mi intención es que en septiembre del año que viene esto sea posible.

-Una de las banderas del gobierno de Moresco es el Plan Especial de Puertos, que aún no se ha aprobado. Cuando se haga, ¿cuál será la primera o primeras actuaciones que vean los portuenses? -Toda la margen izquierda va a experimentar una gran transformación. Pero nosotros no vamos a esperar a que la Junta apruebe el Plan, queremos comenzar a hacer ya los estudios de detalle con los técnicos de la Autoridad Portuaria.

Espero que en un plazo de tres meses hayamos consensuado los proyectos para las edificaciones, para las que ya existen varias empresas locales interesadas. Aparte están las alrededor de 2.000 plazas de aparcamiento, zonas verdes, de ocio y restauración, etc. Calculamos que en cuatro años esto será una realidad. Pero además del Plan de Puertos, todas las actuaciones que tenemos en marcha, la construcción de grandes infraestructuras, 'parkings', peatonalización... se enfocan a hacer de El Puerto un punto de atracción metropolitano.

-Con respecto al puente, que conectará con la otra margen a la altura del centro comercial Bahía Mar, los empresarios de esta zona consideran que es un error que el tráfico esté restringido a los servicios públicos y residentes...

-Ese puente no se hace para el Bahía Mar, sino para todos los portuenses. Forma parte de un Plan de Movilidad redactado por expertos en base a una ciudad de 90.000 habitantes. No podemos cargar más de tráfico el centro, hay que canalizarlo para descongestionarlo.

-¿Hay visos de que avance la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana?

-La Junta tiene de plazo hasta el 15 de octubre para remitirnos los cinco informes que nos reclamó en julio, cuando enviamos el documento completo. Esperamos que no haya problemas y que la aprobación definitiva sea inminente.

-¿Y qué hay del Plan Especial de Protección del Casco Histórico?

-Estamos incorporando las modificaciones que nos han hecho desde la Junta y esperamos obtener el visto bueno entre febrero y marzo del año que viene.

-¿Será el PGOU la solución definitiva para las viviendas ilegales?

-El PGOU establece el inicio de un proceso en el que todas las áreas de regularización posibles se han incorporado. Si pasado un plazo de ocho años no se han urbanizado, habrá que desconsolidar esos suelos. Pero para evitar eso pondremos en marcha una ordenanza para ordenar y agilizar los trámites.

Aunque será necesario un tremendo esfuerzo por parte de los propietarios de suelos legales que no han edificado equipamientos para guardar un equilibrio con la ciudad.