Amenaza de Roche

No creo que se haya entendido en su totalidad la angustiosa situación de Grecia. El presidente del gigante farmacéutico Roche, Severin Schwan, acaba de declarar a 'The Wall Street Journal', el rotativo de mayor relieve en el mundo económico y financiero neoyorquino, que ha suspendido el envío de fármacos a algunos de los centros hospitalarios de Grecia. Medicamentos que no son para curar el resfriado o una migraña sino para tratar el cáncer. Puntualiza que hay hospitales que no pagan sus facturas desde hace varios años. Y advierte de que España puede seguir el mismo camino si la morosidad hace acto de presencia. Para echarse a temblar. Claro, que el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad de nuestro país se ha apresurado a afirmar que no existe el menor temor de que Roche corte el suministro a España. Incluso han empleado la expresión «estar tranquilísimo» refiriéndose a los pacientes posiblemente alarmados.

Sin embargo, ¡tantas veces se nos ha afirmado una cosa y la contraria en un intervalo de tiempo mínimo!, sobre todo en los últimos tiempos de política convulsa y de refriega cotidiana entre lideres, que la desazón es lógico que se apodere de nuestro animo. Queremos creer que España no es Grecia, como se ha nos ha repetido hasta la saciedad, pero en lo económico no estamos en sus antípodas, ni mucho menos. Cuando las barbas de tu vecino...