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Nadal devora a Murray sin perder nunca de vista a Djokovic

El balear se metió en la final del US Open, donde se verá hoy las caras con el número uno del mundo, que acabó con Federer

MADRID. Actualizado: Guardar
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Sin llegar a su mejor nivel ni ser capaz de ofrecer peloteos tan excelsos como los dos contendientes de la semifinal previa, Rafa Nadal accedió a la final Abierto de Estados Unidos. Porque fue capaz de doblegar a un rival como Andy Murray, número cuatro del mundo, con una facilidad pasmosa. Sin desgastarse más de la cuenta, el español se encontró a un oponente que fue incapaz de ofrecer su mejor cara y al que le tiene tomada la medida. Las dos semifinales de 'Grand Slam' previas que había jugado Nadal este año habían tenido el mismo oponente, el escocés, y un único resultado: la victoria del español. Y esta vez no fue distinto. El manacorense soltó su derecha cuando lo necesitó, fue muy constante desde el fondo de la pista y cerró el pase a la final después de tres horas y 24 minutos por 6-4, 6-2 y 3-6 y 6-2.

El conocido método de desgaste del oponente de Murray, para así aprovechar las concesiones que le ofrecen, lo sufrió en sus carnes el español desde los puntos iniciales. Pese al convencimiento del británico por cortar el ritmo del de Manacor, no se atrevía a abalanzarse constantemente hacia la red como los rivales anteriores del número dos del mundo. Visto el escaso rendimiento de Roddick, Muller y Mahut, no parecía la mejor opción para superar al balear.

Los pequeños detalles decantaban la balanza. Diminutas concesiones de uno y otro que difícilmente podían ser aprovechadas. Pero ya se sabe que en esos momentos, cuando la tensión crece y la mentalidad de cada jugador debe sobreponerse a la de su rival, Rafa Nadal es el número uno del mundo. Y probablemente el mejor de la historia.

La manga definitiva comenzó con un claro protagonismo de la fatiga. Los errores no forzados aparecieron con más asiduidad de lo habitual en ambos, especialmente en el escocés. Los servicios no herían de la misma forma y los peloteos se eternizaban cada vez más. Y en esos parámetros, el de Manacor es mejor jugador que Murray. El balear consiguió el ansiado 'break' y el partido se le puso cuesta abajo. Evitó relajaciones, apretó en los momentos claves, dominó todas las facetas del juego y zanjó su pase a una batalla que va camino de hacer historia en el tenis: el duelo entre Rafael Nadal y Novak Djokovic.