Mejora la seguridad vial

Durante los meses de julio y agosto, se han producido en nuestro país 321 fallecimientos, 41 menos (un 11,3%) que el año pasado. La leve reducción de los desplazamientos con relación a 2010 (el 3,7%) no explica ni de lejos esta singular caída de la mortalidad, que nos sitúa en cifras semejantes a las de 1962, cuando en España había 1,5 millones de vehículos (ahora hay 32 millones). Asimismo, se ha reducido el número de multas (las denuncias por exceso de velocidad en los radares han bajado un 16%), todo lo cual lleva a la conclusión de que se han extendido unos plausibles hábitos de prudencia, consecuencia de las políticas de seguridad vial, que han sido interiorizados por los conductores y que han tomado carta de naturaleza en el tráfico. El éxito de la acción pública en este ámbito es sin embargo solo relativo: en el periodo considerado, han muerto todavía más de cinco personas diarias en las carreteras. Y este saldo, menor que el de años pasados pero todavía impresionante, sigue siendo un tributo absurdo e insoportable a las carreteras, al automóvil, a las motocicletas, a la velocidad. Hay que seguir trabajando incansablemente para reducir las estadísticas a su mínima expresión.