Una de las esculturas que pueden verse en el espacio expositivo de Los Toruños. :: EVA LINDBERG
Sociedad

Los Toruños, espacio de arte

Las esculturas de Chiqui Díaz y Javier Ayarza y las pinturas de Cristina López se muestran en el paraje natural de El Puerto de Santa María El parque metropolitano acoge dos exposiciones en su centro de recepción de visitantes

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Animales de bronce, madera y titanio invaden Los Toruños durante el verano. A la entrada del parque metropolitano, la Casa de los Toruños da la oportunidad al visitante, no solo de informarse acerca de la flora y fauna de las marismas, playas, pinares y dunas del espacio natural, sino de contemplar obras escultóricas y pictóricas que se exponen en el edificio.

Ánades en vuelo y un cráneo gigantesco de tortuga acechan a la entrada del lugar y simbolizan la perfecta contraposición que crean Javier Ayarza y Chiqui Díaz en su exposición conjunta de escultura, 'Natural drama'. El primero representa, desde la muerte, lo que caracteriza a la vida e intenta que la escultura sea, según dice su manifiesto, un «motor para remover conciencias». Por el contrario, el segundo juega con la fuerza de los seres vivos para plasmarlos como formas llenas de vitalidad y vigor, a veces llevándolos al límite de lo que permite la física.

Por la parte de Ayarza encontramos fósiles, huesos y cráneos de diversos animales como la corvina o la rana. El autor se permite jugar con lo siniestro para recrear la fauna del entorno natural e incluso se atreve a ser imaginativo y una supuesta calavera de Pikachu comparte espacio con peces y reptiles.

En una de las salas de exposición, hasta nueve esculturas de una suerte de animales míticos llamados 'alas cortadas' ilustran el sufrimiento de los seres vivos. Una serie de formas a medio camino entre pájaros y humanos aparecen crucificadas o en posturas retorcidas con cuchillos en lugar de extremidades.

En contraposición, las obras de Díaz sorprenden por su gran respeto a los modelos originales. Un gigantesco 'papilio macaon' de bronce y acero se posa sin aparente dificultad en uno de los pilares del edificio mientras que a su lado el águila pescadora, emblema del parque, caza a una de sus presas en una postura espectacular.

Los dos unen talentos y esfuerzo para realizar un alegato a favor del animal más característico de la bahía: el camaleón. Su manifiesto conjunto intenta crear conciencia para proteger a estos animales, que tienen en el centro del edificio un espacio conceptual para levantar la voz contra su peligrosa situación.

Señales de tráfico, pasos de camaleón y otros indicativos especialmente adaptados para la protección del animal aparecen junto a un camaleón aplastado por lo que se presume que es un atropello de un coche. Los autores nos pretenden decir que su supervivencia depende en gran medida de nosotros.

La Casa de Los Toruños se erige como un espacio para el arte y antesala de un parque adecuado para mezclarse con la naturaleza haciendo senderismo o yendo a la playa. Allí también encuentra cabida la exposición 'Natural' de la pintora jerezana Cristina López, que a través de paisajes y edificios rurales da un repaso de la naturaleza gaditana. El estilo de estos cuadros bebe del impresionismo y difumina los colores dando un aspecto de ensoñación e idealización del entorno campestre y salvaje.

La obra de Ayarza y Díaz será visitable hasta el 15 de septiembre, mientras que la de López acabará el próximo 31 de agosto. No obstante, la Casa de los Toruños se descubre así como un espacio idóneo para contemplar muestras de arte, especialmente si tienen que ver con la naturaleza.