PSOE y PP se enzarzan sobre el debate presupuestario

A estas alturas, parece quedar ya meridianamente claro que el enfrentamiento entre PSOE y PP por la negociación del próximo presupuesto andaluz se convertirá en el 'culebrón' político del verano. Dirigentes de ambos partidos volvieron a enzarzarse ayer sobre este asunto y cruzaron reproches más subidos de tono sobre la verdadera intención de alcanzar un consenso sobre las cuentas para hacer frente a la coyuntura de crisis.

Ayer le tocó el turno a Javier Arenas, quien en Málaga aseguró sentirse «atónito» ante el rechazo por parte del Gobierno de José Antonio Griñán de su pacto para la aprobación de un «presupuesto de transición». En clara alusión a la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, quien la víspera tildó la oferta del líder del PP-A de «prepotente», Arenas le reprochó que «hay que ser muy autoritario y soberbio para dar esa respuesta» a una propuesta «buena para los andaluces».

En este sentido, criticó que «uno diga a un Gobierno con 1,2 millones de parados y con el agua hasta el cuello que estoy dispuesto a ayudar y a pactar los presupuestos para el futuro y la respuesta que obtenga es que soy prepotente». El líder andaluz del PP matizó que no ofrece ese pacto «pensando en ningún político ni para mayor gloria de Griñán o de la consejera de la Presidencia, sino porque creo que es bueno para Andalucía y porque mis únicos enemigos son la crisis y el paro».

Por ello, Arenas dejó claro a los socialistas que hasta las elecciones autonómicas, en la que los sondeos les son favorables, «estaremos permanentemente haciendo propuestas y ayudando en todo lo que podamos para evitar que caigamos en el precipicio porque estamos muy cerca». En sus declaraciones de ayer, volvió a mostrarse conforme con la decisión de convocar elecciones separadas en Andalucía.

También desde las filas del PP-A, uno de sus primeros espadas, el secretario general, Antonio Sanz, calificó como «ejercicio de responsabilidad y de liderazgo político» el ofrecimiento de diálogo lanzado al Gobierno andaluz por Arenas, a la vez que tachó de «increíble» que la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, haya calificado de «ridícula» dicha propuesta. En este sentido, Sanz indicó en rueda de prensa que el Gobierno andaluz «ni sabe lo que hay que hacer ni se deja ayudar para hacer lo que hay que hacer, ni toma iniciativas ni acepta ayudas para que Andalucía progrese», cuando, a su juicio, «lo sensato sería que estos meses no se pierdan por los procesos electorales», sino que «se hagan reformas y se tomen iniciativas».

Las evidencias del PSOE

La respuesta socialista no se hizo esperar, aunque no desde el seno de la Junta de Andalucía, sino del propio partido. El secretario de Comunicación, Redes Sociales y Acción Electoral del PSOE-A, Miguel Ángel Vázquez, criticó que Arenas ofreciera al presidente Griñán alcanzar diferentes pactos, «pero desde una estrategia de confrontación absolutamente evidente».

Vázquez aseguró que a Arenas le dan «urticaria» los pactos con el PSOE-A y que intenta «disfrazarse con una piel de cordero, cuando en realidad hay un lobo». A su juicio, el líder de los populares andaluces «no es de fiar» porque actúa en función de sus necesidades en cada momento y de no la de los andaluces.

Una prueba de ello, según apuntó el dirigente socialista, es el hecho de que el PP-A «se desmarcara a última hora del pacto educativo y de las medidas en favor de la transparencia y calidad democrática cuando, tanto en un caso como en el otro, se incluían iniciativas realizadas por este partido». «Cada vez que se ha celebrado una mesa de diálogo, el PP ha salido dando un portazo», apostilló. Asimismo, consideró que la petición de pacto realizada el pasado miércoles por Arenas fue tan «arrogante como antidemocrática» y que llegó a sonar como «un brindis al sol».