Los caldos de la Denominación de Origen no se recuperan. :: L. V.
Jerez

Las ventas del vino de Jerez no remontan y caen hasta un 14% en el extranjero

El mal comportamiento de las exportaciones lastra el balance global, que en un año acumula un descenso en la comercialización del 7%

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Los mercados tradicionales del jerez parecen estar agotados. Así lo ponen de relieve sin duda los últimos datos de ventas de vinos amparados por la Denominación de Origen, que vienen a confirmar que los grandes bebedores de los cream, los finos o los olorosos cada vez son menos los británicos, los alemanes o los holandeses.

La constatación de la caída en picado de la comercialización de los caldos del Marco que ya barruntaban las bodegas se puso ayer sobre la mesa durante la celebración del pleno del Consejo Regulador del Vino de Jerez, en el que el presidente de este organismo, Antonio Fernández, y el director general, César Saldaña, informaron de que las estadísticas recabadas en un año, es decir, de junio de 2010 al mismo mes de este año arrojan una caída en las ventas de casi el 7%.

Los malos resultados de las salidas de bodegas durante los últimos doce meses se deben sobre todo a los problemas que está encontrando este producto en los que tradicionalmente han sido sus principales mercados: Holanda, Reino Unido y Holanda.

No en vano, tal como informaron desde el Consejo Regulador, la negativa evolución registrada en estos mercados de exportación de gran importancia y con un importante volumen de ventas para el jerez ha sido tan grave que ha llegado a acumular un descenso de hasta el 14% en la comercialización.

De esta forma, y aunque las ventas en España no están sufriendo esa misma caída picado, la cifra global de la comercialización arroja un panorama cada vez más negro que si se analizan únicamente los primeros meses de este año 2011 se sitúa en un 12%.

En el caso de nuestro país, debido a ese descenso experimentado en los mercados extranjeros se ha convertido ya en el principal destino de las ventas de vinos del Marco de Jerez y, aunque atenuada con respecto a los que pasa más allá de las fronteras, también ha sufrido una caída del 5,7%.

Jarro de agua fría

Estas estadísticas son tan demoledoras sobre todo porque caen como un jarro de agua fría sobre un sector que cerró el año 2010 con una buena noticia que abría una veta de esperanza. No en vano, entonces la realidad parecía muy distinta ya que por primera vez en una década marcada por los malos resultados la comercialización de 2010 arrojaba un balance positivo. Entonces, las bodegas vendieron un 1% más que en 2009, una subida que en España estuvo por encima de la cifra general, con un 1,4% de incremento, pero que volvió a encontrarse con el muro de las exportaciones, que se redujeron en un 10%.

Frente a la mala evolución del jerez destaca la buena del vinagre, un producto que en los primeros seis meses del año ha seguido creciendo y que ha logrado un incremento acumulado de ventas, de junio 2010 a junio 2011, de cerca del 4%.

En este caso, la mayor parte de las ventas y del incremento se han producido en España, ya que en la exportación ha sufrido algún descenso que no tiene demasiada importancia para el sector porque el valor añadido de la venta embotellada en origen está en el mercado nacional.

Además, tal como se puso ayer de relieve, este condimento se ha convertido ya «con todas las garantías» en una denominación de origen protegida, una vez que ha finalizado el periodo preceptivo de oposición a su registro en Bruselas.

Los datos anteriores, que desde el Consejo Regulador achacan «a las negativas circunstancias económicas generales por las que atraviesan nuestros principales mercados de destino», han provocado una gran preocupación, sobre todo si se tiene en cuenta que además para este ejercicio han desaparecido los fondos de promoción de los caldos de esta Denominación.

Por ese motivo, las diversas voces consultadas ayer ya hablaban de que son las propias bodegas las que tienen que tomar conciencia de lo que está ocurriendo y deben apostar por nuevos mercados emergentes y por distintas estrategias de exportación.

De otro lado, en el pleno de ayer también se acordaron las normas para la vendimia, tras los arranques producidos en el marco de la reforma de la OCM del vino. Así la superficie productiva inscrita en la Denominación de Origen se situará en esta campaña «por debajo de las 8.000 hectáreas», de las que algo más de 520 hectáreas se acogerán al Plan de Viabilidad y destinarán por tanto su producción de uva a mosto concentrado rectificado.

En lo que respecta a los rendimientos, no habrá cambio alguno sobre lo fijado en el Reglamento, por lo que el tope de calificación será de 11.428 kilos por hectárea.