El nuevo gobierno de la Diputación destituye a todos los directores de área

Se veía venir. La reorganización de la Diputación anunciada el pasado lunes por José Loaiza se ha llevado consigo las primeras cabezas. Estas corresponden a los dieciséis directores de área, que pasan justamente por ser algunos de los funcionarios provinciales más vinculados al anterior partido gobernante, el PSOE. Por el momento no ha mentido el nuevo presidente, nadie se va al paro, puesto que todos estos directores fueron designados cuando ya formaban parte de la plantilla de la administración y, tal como marca el Estatuto del Funcionario de Diputación, volverán a sus puestos anteriores o a otros de similar categoría.

De esta forma, los primeros que ayer mismo se despidieron de su puesto de privilegio fueron, entre otros, algunos trabajadores de Diputación con apellido ilustre, como el director de área del Servicio de Ciudadanía, Juan Carlos Perales Pizarro -hermano del fallecido dirigente socialista Alfonso Perales-; el director de área del Patronato Provincial de Cultura, Antonio Luis Rodríguez Cabañas -primo del anterior presidente, Francisco González Cabaña-; y Francisco Vázquez Cañas, que ocupaba el cargo de director del Servicio de Fomento de la Sociedad de la Información -que fue secretario provincial del PSOE-.

También han seguido sus pasos sus adjuntos en todas las áreas.

Loaiza se reunió ayer con todos ellos para informarles de su cese y explicarles que en la nueva organización figurarán seis directores de área, cuyas plazas saldrán a concurso y ellos mismos, siempre que cumplan con los requisitos exigidos, podrán presentarse para ocupar dichas plazas. Estos ceses, unidos a la nueva distribución de áreas y la supresión anunciada de varios organismos autónomos y entidades adscritas han provocado una notable inquietud en buena parte de la plantilla de la institución provincial, que tiene que acostumbrarse a trabajar con un nuevo sistema.

Coordinadores provisionales

Por el momento, el nuevo gobierno va a nombrar a una serie de coordinadores provisionales, que serán los actuales jefes de Servicio, con la intención de no entorpecer la gestión de la administración hasta que no sean nombrados los nuevos directores. Los representantes de los trabajadores no han parado de recibir en los últimos días llamadas de trabajadores preguntando si peligra la estabilidad de sus empleos.

Las secciones sindicales de CC OO y UGT coinciden en mostrar su hondo malestar por no haber sido consultados por el nuevo equipo de Gobierno respecto a la reorganización. José María Moreno, de UGT, considera que «si se eliminan entidades será complicado que se mantengan todos los puestos de trabajo». En la misma línea se pronuncia Miguel Arteche, de la sección sindical de CC OO: «Están lanzando mensajes contradictorios. Están creando inquietud, aunque esperamos que todos los trabajadores de los organismos autónomos se integren en el servicio central».

En el sindicato CSIF, sin embargo, se consideran muy positivos los cambios anunciados. «Nosotros veníamos demandando los recortes que se han hecho desde hace tiempo. Los organismos autónomos impedían la claridad en el acceso al empleo público», comentaba el presidente de la Unión Provincial del sindicato, Rafael Ruiz.