El desaliento cunde entre los empleados de Visteon. :: EVA LINDBERG
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Empleo pide a Visteon más tiempo para buscar un socio inversor

A dos meses del cierre definitivo de la planta, los trabajadores se aferran a la propuesta de la multinacional de ceder sus activos

EL PUERTO. Actualizado: Guardar
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La delegación de Empleo de la Junta de Andalucía ha pedido a Visteon más tiempo para buscar inversores y mantener abierta la factoría Cádiz Electrónica en la que trabajan casi 400 personas. La administración ha pedido a los directivos ingleses que ayer visitaron la planta que busquen un nuevo proyecto empresarial que salve el empleo en la Bahía. La multinacional, por el momento, no ha dado una contestación al respecto.

La batalla por no perder 390 empleos más en la provincia libró ayer uno de sus asaltos más determinantes. Steve Gawner, alto directivo de Visteon, visitó la planta que la multinacional pretende cerrar en El Puerto con el 30 de septiembre como fecha límite y un cheque de 19 millones de euros para indemnizar a su plantilla. El delegado provincial de Empleo de la Junta de Andalucía, Juan Bouza, le acompañó en el recorrido y puso sobre la mesa la petición de que Visteon busque su propio relevo. «Aunque sea por responsabilidad social, por los veintitantos años que llevan en la Bahía, donde algo le habremos dado». Bouza fue más allá e incluso propuso la composición de una comisión especial, formada por la empresa, los trabajadores y la Junta, que se encargue de buscar otro inversor con carga de trabajo que garantice la continuidad de la factoría.

Solución acorde a sus planes

«Pero para ello tienen que darnos tiempo. Eso no se consigue en un mes ni en dos. Tienen que dejarnos un plazo de seis meses a un año y entretanto continuar las negociaciones con los trabajadores, con un expediente de regulación de empleo, parcial o temporal», sugirió Bouza.

Pero Gawner, que viajó desde Londres para visitar la factoría, no le respondió nada sobre esta cuestión, a pesar de que cuadra con la propuesta que ellos mismos incluyeron en su plan social para cerrar la planta. Uno de los puntos se refería a la cesión de todos los activos: la propia fábrica y sus componentes. «Se trata de una plantilla muy cualificada que podría emplearse en la fabricación de otros productos. Nosotros siempre estaremos del lado de los trabajadores y no de una empresa que se quiere ir sin miramientos ni escrúpulos».

Bouza acompañó a Gawner en el recorrido por la planta que acordaron realizar en la reunión de la pasada semana para constatar que los trabajadores carecen de ocupación completa y solo el 20% puede realizar sus tareas por la falta de materiales. El inglés no dudó en recoger el órdago de Bouza, aunque, eso sí, según los miembros del comité de empresa, fue directamente a los lugares donde se desarrollaba la poca actividad que hay. Acompañados por una traductora, un abogado de Garrigues y varios integrantes del comité de empresa, pasaron a la sala de reuniones para ir después a una de las líneas de producción -según el comité solo funcionan de cero a cuatro de las diecisiete existentes-; posteriormente pasaron al almacén de entrada de material, al de envío y a un tercero exterior para terminar finalmente en otra sala de reuniones. Su paso por las instalaciones no estuvo exenta de palmas y abucheos, pero no llegó la sangre al río y los empleados contuvieron su rabia.

«Fue una provocación constante. Desde que llegó y se bajó del coche comenzó a reírse de nosotros y hacernos fotos». El presidente del comité de empresa, Bartolomé Bruzón, aseguró que es «imposible» mantener la producción con el material que les proporciona la empresa. «Si a un módulo de 1.000 piezas le falta una, ya no se puede terminar». El representante de Comisiones Obreras señaló además que Steve Gawner les dijo durante la reunión que no enviará trabajo para más líneas.

Desconfianza

Sergio Salguero, representante sindical de UGT, dudó sobre la viabilidad del proyecto planteado por Empleo. «Es una posibilidad abierta, pero no viable en dos meses. Y mucho nos tememos que es difícil que la acepten, teniendo en cuenta la actitud de este tipo».

Tanto el comité de empresa como la gerencia de Visteon ya han enviado el informe que el lunes les requirió la Inspección de Trabajo en el que exponen que sólo un 20% de la plantilla está ocupada. No en vano, la carga de trabajo está desplazada fundamentalmente a China y una pequeña parte a Portugal. Ellos juegan como baza más potente la fabricación de 'clusters', los cuadros de mandos de salpicadero -inyección, cuentakilómetros- para varios modelos de Ford, Jaguar y Land Rover que solo se fabrican en Cádiz. La empresa erró en su intento de desviar estos encargos a una empresa externa de Rumanía por su baja calidad. Es por ello que de aquí a dos meses tiene la necesidad de confiar estas piezas en otras plantas -previsiblemente en otras factorías ubicadas en Méjico o Hungría- que les garantice la fabricación de los cuadros de mandos con las prestaciones que exigen dichas firmas de vehículos. Se trata de una labor muy especializada que se ha mantenido aquí por veinte años.