LA LIGA DE LAS GRANDES CIUDADES

La nueva configuración del poder político municipal en la provincia de Cádiz va a producir cambios sustanciales en las dinámicas de relación entre las instituciones. Se veía claramente el martes, en el pleno constitutivo de la nueva Diputación, que (como cantaba la presentación de Kadi Ciy, no puedo resisitir la asociación de ideas) las cosas han cambiado y los nuevos 'sheriffs' son del PP, incluido el 'marshal', José Loaiza. Con el Partido Popular como fuerza hegemónica y con el bastón de mando provincial veremos en breve cómo no sólo cambian los circuitos de las conexiones, como las vías de un tren, sino que se establecen nuevas fórmulas de colaboración inéditas hasta ahora.

Así, por ejemplo, la alcaldesa de Cádiz, avanzadilla que fuera del asalto popular al poder municipal hace ya casi dos décadas y hoy « master» en lo suyo, prepara reuniones con los alcaldes de las otras dos grandes ciudades de la provincia, que son por primera vez compañeros de partido, María José García Pelayo, en Jerez, y José Ignacio Landaluce, de Algeciras. Esta especie de «Liga de grandes ciudades» resulta una de esas ideas ante las que uno se pregunta ¿cómo no se nos había ocurrido antes? Pues la respuesta es demoledora: porque las alcaldías estaban en manos de partidos distintos. Sin embargo, no vale de nada lamentarse. El tiempo ahora es otro y si la alianza se produce habrá que esperar resultados interesantes.

De momento, la foto ( hipotética, aunque próxima) produce la impresión de una unidad que es preciso visualizar y trabajar. La duplicación y hasta triplicación de organismos, incluso cuádruples en el caso de los campus de la UCA, es de esas cosas que aquí llevamos años denunciando pero sin que se produzca ningún movimiento. En esta época de recortes y escasez de recursos va a ser necesario abordarlo. La provincia, de la que en 2012 se cumplirán también 200 años, es un ente que no se discute, y en el caso particular de la gaditana, las comunicaciones han avanzado mucho como para mantener tanto aparato descentralizado. Por demás que la falta de unidad interna es una desventaja a la hora de trabajar por el futuro.

De momento, los alcaldes de las tres ciudades van a comenzar a colaborar en programas culturales, tanto para intercambiar espectáculos o reducir costes como para crear circuitos nuevos que den trabajo a la pequeña industria cultural local. Es factible. A partir de ahí se abre un abanico de posibilidades enorme, desde el turismo a las experiencias de todo tipo.

La hegemonía del PP se puede traducir también en una reactivación de la Mancomunidad de la Bahía. No tanto creo que se vaya a avanzar en la idea de área metropolitana, que parece difícil de resucitar, sino en proyectos concretos, el primero de ellos una perrera supramunicipal.

Las ciudades tienen un poder transformador enorme. Quizá sea la hora de comenzar a demostrarlo. lgonzalez@lavozdigital.es