Elorza entrega el bastón de mando de San Sebastián a Izaguirre. :: A. BARRIENTOS / AP
ESPAÑA

Bildu logra San Sebastián y tiene el camino libre para gobernar Guipúzcoa

La coalición, con 106 alcaldías, será la gran fuerza municipal vasca mientras PNV y PSE envenenan su relación El PP obtiene 34 de las 50 capitales y arrebata a PSOE el 'cinturón rojo' de Madrid y Andalucía

MADRID. Actualizado: Guardar
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Bildu, la coalición de independientes próximos a Batasuna, EA y Alternatiba, se convirtió ayer en la protagonista de la constitución de los 8.116 ayuntamientos. La coalición, a la que el Supremo consideró un instrumento de ETA, pero el Constitucional dio luz verde para ir a los comicios, se hizo con la alcaldía de San Sebastián y, gracias a acuerdos con Aralar y el PNV, mejoró sus buenos resultados y conquistó el gobierno de 106 poblaciones vascas, casi todas las ciudades de Guipúzcoa y la costa vizcaína. Es sin discusión y con más de un millar de concejales la principal fuerza municipal de Euskadi, regirá una veintena de consistorios en Navarra y, gracias al envenenamiento de las relaciones entre PSE y PNV, tiene el camino despejado para hacerse con la diputación de Guipúzcoa, que entre otras muchas competencias recauda todos los impuestos.

Juan Carlos Izagirre, con los únicos votos de Bildu, se hizo ayer con el bastón de mando de San Sebastián después de que el PNV rechazase respaldar al socialista Ernesto Gasco, apoyado por el PSE y PP, y terminase con 20 años de gobierno de este partido. Izagirre, que se mostró en contra de todas las violencias, pero evitó a pedir a ETA que se disuelva, no ocultó que uno de sus objetivos es lograr la legalización de Sortu -la nueva marca de Batasuna- y la libertad de los presos de la banda, a los que recordó con un pin en su chaqueta. Dos centenares de simpatizantes de Batasuna, ya sin disimulo, recibieron y se abrazaron al nuevo primer edil en la puerta del ayuntamiento, con gritos por la independencia y de apoyo a los presos etarras. La escena se repitió en muchos otros pueblos y ciudades.

El PSE se colocó al borde la ruptura de relaciones con el PNV al denunciar el «vergonzoso e irresponsable» pacto con Bildu, que, en su opinión, no solo impidió un entendimiento general de socialistas, nacionalistas y PP sino que llevó a que, con la ayuda de los independentistas, les arrebatasen Lasarte (Guipúzcoa) y Trápaga (Vizcaya), donde eran los más votados. El clima se enrareció aún más al prohibir la mayoría de Bildu en Lizartza la presencia de medios de comunicación en el pleno y al insultar simpatizantes de la coalición a concejales del PP en Elorrio (Vizcaya), molestos por el apoyo de los populares al PNV para quitarles la alcaldía. Mariano Rajoy, que se desplazó a Vitoria para celebrar la recuperación de la capital vasca, aseguró que «Bildu no tiene que estar en las instituciones mientras ETA exista», aunque no llegó a decir que los echará si llega al Gobierno.

Un mapa en azul

La jornada confirmó la gran victoria del PP, que gobernará 34 de las 50 capitales de provincia, entre ellas las ocho de Andalucía y las dos de Extremadura, y que con sus 8,5 millones de votos consiguió 26.499 concejales. Otra de las muestras de su poder es que arrebató al PSOE el conocido como 'cinturón rojo' de Madrid, donde gobernará en ciudades, algunas de más de 100.00 habitantes, como Getafe, Leganés, Alcorcón o Pinto. Los socialistas han perdido más de 450 alcaldes y unos 2.200 concejales, aunque han dulcificado un poco su debacle electoral gracias a los pactos. Tendrán nueve capitales de provincia aunque solo en tres (Cuenca, Soria y Lérida) obtuvieron mayoría absoluta.

IU da 40 alcaldes al PP

El PSOE calcula que el PP obtuvo ayer más de 40 alcaldías en toda España, especialmente en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, gracias a los votos o la abstención de IU. Se trata de poblaciones en las que los ediles de la coalición sumados a los socialistas permitían lograr mayorías absolutas. Todos estos concejales desobedecieron las directrices de la dirección nacional de IU, que pidió que no contribuyese a que gobernase el PP en ningún municipio. Algunos de los casos más llamativos, por ser todas ciudades medianas, fueron Coslada (Madrid), Illescas (Toledo), Hellín (Albacete), Almonte (Huelva) o Aspe (Alicante). El PSOE ha expulsado a los concejales de un pueblo gallego y de dos canarios por apoyar a alcaldes del PP.

Navarra apunta a UPN

Los resultados de las municipales en Navarra apuntan con cierta claridad quién gobernara la comunidad foral. Los socialistas, con su voto en blanco en Pamplona y Tafalla y su colaboración en Estella, otorgaron a UPN tres de las principales alcaldías de la autonomía. El movimiento anticipa la investidura de Yolanda Barcina (UPN) como presidenta regional, en coalición o con un acuerdo externo con el PSN. En Cataluña también se ha producido la colaboración entre CiU y el PP. Los nacionalistas le han ayudado a lograr Badalona, la tercera ciudad del territorio, y los populares facilitarán la alcaldía de Barcelona y la presidencia de la diputación y apoyaran a Artur Mas para aprobar los Presupuestos de la Generalitat.

Emoción en Degaña

Decenas de vecinos apoyaron y aplaudieron ayer la valentía de Silvia Burgos, nueva concejal socialista de Degaña (Asturias), que acudió a tomar posesión pese a que en la noche electoral su exmarido asesinó a su padre, su hermano y su novio y la hirió a ella. Su felicidad no pudo ser completa porque fue uno de los pocos pueblos asturianos en los que IU no sumó sus votos con el PSOE y el PP se alzó con la alcaldía.

Muerte en el pleno

El hecho luctuoso del día se produjo en Valverde del Camino (Huelva), donde el padre de la nueva alcaldesa, Loles López, falleció a causa de un infarto poco después de que fuese investida. Por otra parte, el consistorio más madrugador de España fue Sober (Lugo), donde la corporación y la alcaldía se constituyeron a las 0.01 horas del sábado. En Benidorm, por su lado, volverá a gobernar el socialista Agustín Navarro, quien la pasada legislatura echó a la alcaldesa popular con una moción de censura con tránsfugas. Las negociaciones entre PP y sus escindidos del CDL, que hubiesen sumado mayoría, acabaron rotas.