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Yemen se asoma al abismo de la guerra civil

Los combates entre las tropas de Saleh y los opositores se han cobrado un centenar de vidas desde el lunes

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La violencia entre las tropas de Alí Abdulá Saleh y las del influyente líder tribal opositor Sadeq bin Abdalá el-Ahmar se intensificó ayer en Yemen, que se encuentra a un paso -y de forma ya prácticamente irreversible- de la guerra civil. Cerca de un centenar de personas han muerto desde que comenzaran los combates el pasado lunes, más de cuarenta solo ayer en la capital, de donde cientos de residentes huyen con las pocas pertenencias que pueden recoger.

El-Ahmar hizo ayer un llamamiento al resto de tribus yemeníes para que se unan en su lucha contra un presidente «mentiroso» y con el que es imposible negociar, dijo en una entrevista con Efe. El jeque, líder de la tribu Haser a la que también pertenece Saleh, está en busca y captura, y su residencia ha sufrido los ataques de las tropas del régimen.

Los combates de esta semana son los más graves desde que se iniciaran las protestas el pasado enero, que piden la caída de Saleh tras 32 años en el poder. La lucha se intensificó el pasado lunes, después de que el aún presidente rechazara por tercera vez el plan propuesto por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que ha intentado mediar en el conflicto y que había trazado un plan para la transferencia de poder a la vicepresidencia. Desde entonces, las milicias comandadas por El-Ahmar, que se ha unido a la oposición, y a cuya familia pertenecen destacados críticos del Gobierno, han peleado calle por calle por el control de la capital, especialmente de edificios públicos como el Ministerio del Interior. La violencia también ha obligado a cerrar el aeropuerto de la capital.

La jornada más violenta se vivió ayer, cuando más de veintiocho personas murieron de madrugada en la explosión de un arsenal que pertenecía, según el Ministerio de Defensa, a los milicianos tribales, aunque no dio detalles sobre la identidad de los fallecidos. La oposición ha negado que el polvorín fuera suyo, pero ha reconocido que los muertos en la calle se cuentan por decenas.

Mientras los enfrentamientos han pasado a una nueva dimensión, la presión internacional se ha intensificado contra el régimen de Saleh. Ayer, los líderes del G-8 se unieron a Washington y Bruselas para pedir al presidente yemení que abandone el poder para evitar un baño de sangre mayor. Saleh había sido hasta ahora uno de los grandes aliados de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, que ha invertido miles de millones de dólares en reforzar la cooperación de defensa con el país árabe.