Zapatero: «Miente como un bellaco quien diga que hemos hecho recortes»

No hay apenas tiempo. José Luis Rodríguez Zapatero mandó el lunes un mensaje a la dirección de su partido reunida en la sede de la madrileña calle Ferraz: las elecciones dependen del voto que el PSOE logre movilizar en esta semana de campaña. Según aseguran en el PSOE es ahora cuando pueden decantar el grueso de los electores indecisos. Por eso, el presidente del Gobierno salió ayer al ruedo con el discurso más vehemente y enérgico de los últimos meses, y decidido a 'morder' al adversario. «Miente como un bellaco quien diga que el Estado social ha retrocedido», bramó.

Es raro que Zapatero, un hombre -a decir de cuantos le rodean- de sangre fría y reacciones templadas, se envalentone tanto que incluso se les escape un 'taco'. En Santander, donde por primera vez desde que comenzó la campaña logró un lleno absoluto con alrededor de 2.000 personas, ocurrió. Fue 'pecata minuta', pero llamativo.

Ironizaba sobre el ánimo triunfalista del PP y sobre el afán de su líder por aprovechar cualquier contienda electoral para pronosticar su próxima victoria cuando algo salió de su boca; algo que pareció sorprenderle a él mismo. «Siempre está pidiendo oportunidades. Ya perdió dos veces y ahora ¿qué? Son elecciones en Galicia -dijo a modo de ejemplo- gana Núñez Feijóo y, ¡coño!, sale Rajoy diciendo que ha ganado».

La carcajada general le animó a continuar por la misma línea. «Si está muy bien que quiera ser presidente, pero todo tiene un trámite». Abucheos. «No, no, cuidado, que sí está muy bien -insistió-, para nosotros está muy bien que él quiera ser presidente».

Esa fue la ración habitual del 'club de la comedia' que tiene todo mitin que se precie. Pero el objetivo del jefe del Ejecutivo en este acto en la capital cántabra era sobre todo calentar a los suyos, subirles la moral y tratar de hacerles olvidar el impacto de los recortes sociales iniciados en mayo de 2010 -congelación de las pensiones, recortes en la inversión pública, rebajas de sueldo a los funcionarios e irretroactividad de las ayudas a la dependencia- que tanta indignación provocó en los votantes de izquierdas. Tanta que en comunidades como en la que se encontraba ayer, la fidelidad de voto apenas es superior al 50%, según el último sondeo del CIS.

Tijeretazo popular

Lo que ahora trata de asegurar el PSOE, ahora que ha pasado un tiempo, es que no se tocó más que lo imprescindible y que si llega el PP el tijeretazo será brutal. «Proclamo y afirmo que miente como un bellaco quien diga que hemos hecho recortes y que el Estado del bienestar ha retrocedido; ha avanzado sustancialmente en todas las políticas sociales ¡En todas!», dijo contundente Zapatero. Luego, agitó el temor a lo que puede venir. «Si pongo el énfasis en esto es porque sé que es lo que nos jugamos el día 22, que esto no es una broma ¿O acaso no tienen cara de copago?».

El jefe del Ejecutivo recordó que Rajoy ha afirmado en alguna de una ocasión que su modelo es el del primer ministro británico, David Cameron, y que la tesis de su partido es que el Estado de las autonomías como está hoy concebido es insostenible. «¿A qué se refieren?» , cuestionó. «Porque más del 70% de los gastos de las comunidades autónomas son para educación, sanidad y dependencia».

De este modo, aseguró que si el PP gana las elecciones hará pagar a los ciudadanos por la sanidad y la educación y «frenarán» la Ley de Dependencia. «No, no mentimos, decimos la verdad y la verdad es así: no creen en el Estado del bienestar», arguyó en el mismo tono ardoroso.

Si el lunes pidió a su ejecutiva que echara el resto, ayer él predicó con el ejemplo. Si el esfuerzo servirá para algo está por ver. No hay una regla matemática, pero los expertos en sociología electoral siempre asumen que durante los 15 días de la campaña es posible alterar entre dos y tres puntos los resultados. Por algún motivo, Zapatero cree ahora que el plazo es más reducido en esta ocasión. Quizá por eso, el fin de semana, el PSOE se enfrenta a su plato fuerte. En Valencia y Zaragoza tiene el reto de llenar sendas plazas de toros.