Sociedad

El director de Sitges muestra el 'making off' de 'A serbian film' como prueba ante el juez

El vídeo enseña cómo se usaron muñecos de niños en las escenas más polémicas de la cinta

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Ninguna de las escabrosas escenas que aparecen en 'A serbian film' es real, no hay sexo explícito con niños y todas ellas son representaciones simuladas, como acostumbra a pasar en el cine. El director del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, Ángel Sala, compareció ante el juez para responder del delito de exhibición de pornografía infantil del que se le acusa por haber permitido el pase de la polémica película en la pasada edición del certamen de cine fantástico y de terror, en octubre.

En concreto, la Fiscalía considera que Sala pudo cometer un delito, castigado con hasta un año de cárcel, por proyectar una cinta en la que hay escenas que pudieran atentar contra los derechos del menor. Dos son las que más revuelo han levantado. En una de ellas se ve a un recién nacido, todavía con la sangre del parto en su cuerpo, siendo penetrado por un adulto, y en la segunda aparece un hombre fornicando con su hijo de cinco años.

Sala se defendió ante el juez aportando el 'making off' de la cinta, dirigida por Srdjan Spasojevic, con el que quedaría demostrado que ninguna de las secuencias era real, sino que los niños que aparecen en ellas eran muñecos. En concreto el recién nacido que es sometido por un adulto no era más que un maniquí de plástico, según señaló Sala en los juzgados de Vilanova i la Geltrú. Además, el director del festival de Sitges, que aseguró que afronta la imputación con «total tranquilidad», ya que cree que se están aclarando las cosas, declaró ante el juez que el filme se ha exhibido con normalidad en todo el mundo e incluso ha recibido siete premios en festivales internacionales. «Se trata de un trabajo que está hecho para que la gente se lo pase bien y no para ofender a nadie», dijo. El realizador serbio declaró en su día que con las escenas de violencia extrema pretendía «difamar» la propia violencia. Una especie de «metáfora de Serbia», su país, «destrozado por las sucesivas guerras».

La brutalidad de las escenas provocó que el largometraje fuera retirado de la XXI Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, aunque sí pudo verse, sin que se levantara tanta polvareda, en los festivales de Cannes, Toronto y Gran Bretaña. La querella de la Fiscalía contra Sala se basa en el artículo 189.7 del Código Penal que castiga con penas de tres meses a un año de prisión o multa a quien «produjere, vendiere, exhibiere, o facilitare material pornográfico en el que no habiendo sido utilizados directamente menores o incapaces, se emplee su voz o imagen alterada o modificada».