En los últimos años se ha incrementado en Cádiz la presencia de personas que viven en la calle. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

Cádiz, cuna de la libertad, también en la calle

Diversos sectores de la sociedad han mostrado su rechazo a la normativa que pretende aprobar el alcalde de Madrid El Consistorio no se plantea sumarse a la iniciativa madrileña de regular la estancia de indigentes en la vía pública

CÁDIZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ya lo dijo Rosseau. «La libertad de uno termina donde empieza la del otro», aunque a este ilustrado del siglo XVII se le olvidó decir dónde está ese límite. Hace pocas semanas el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, sorprendió a unos e indignó a otros cuantos cuando habló de su interés por aprobar una normativa que regule la estancia de las personas indigentes en la calle, una alternativa sobre cómo gestionar los recursos sociales para los 'sin techo'. La iniciativa fue muy criticada por varios sectores de la sociedad por verlo «como un retroceso a la ley sobre maleantes que se aprobó durante la dictadura franquista». Sin embargo, esta iniciativa no solo ha partido de Alberto Ruiz Gallardón. Fuentes de la cúpula popular informaron a Efe que son más los regidores del Partido Popular los que se han mostrado interesados por esta normativa. De hecho, añaden, muchos alcaldes ya han planteado a los mandatarios correspondientes del PP medidas similares a la del alcalde de Madrid.

No ha sido éste el caso de la alcaldesa gaditana y también popular Teófila Martínez, de momento. Actualmente, la normativa gaditana no contempla que se realice ninguna actuación sobre personas que duerman en la calle. La vía pública como tal, está abierta a todos y todos pueden estar ella, aunque fuentes municipales explicaron que a menudo los agentes de la Policía Local les instan a que pasen de vez en cuando por el albergue de la ciudad y acudan a los baños públicos donde darse una ducha que es gratis y reconforta algo más que al cuerpo.

La situación se complica en el caso de algunas de estas personas que deambulan en la ciudad y que tienen un marcado carácter violento. Desde la Asociación Calor en la Noche, su presidente Manuel Mani, reconoce que lo habitual es que sean personas tranquilas pero hay otros algunos que son «muy violentos».

Peleas en el centro

Este colectivo sale todos los viernes por la noche con un termo de café y otro de caldo para ofrecer una bebida caliente a las personas que duermen en la calle. Manuel Mani lo hace junto a su mujer desde hace siete años y ha conocido a personas de todo tipo. «La zona que yo cubro está en Puertas de Tierra y normalmente no suele haber problemas entre ellos ya que están muy repartidos» cuenta, pero reconoce que «algunos voluntarios están al tanto de peleas en la parte del Casco Antiguo». Unos de los puntos más conflictivos son las inmediaciones de la Plaza de Abasto y la plaza de las Flores. «Sabemos que se reúnen por las noches tres o cuatros y se pelean por el sitio». Para Manuel Mani con estas personas se debería actuar de algún modo ya que «generan altercados en la calle».

No son los únicos, ni es el único caso. A finales de verano, una mujer a la que muchos apodan «la alemana» fue arrestada por agredir a una niña en el barrio de Cortadura. Pasó un par de días ingresada en la unidad de salud mental del hospital de Puerto Real pero de nuevo está en la calle. «Ya no sabemos por donde anda», afirma Manuel Mani, «lo mismo está en Cortadura que en La Laguna que en las calles del centro. Hace dos días me contaron que la habían visto en las Puertas de Tierra y se bajó los pantalones delante de un autobús».

Otro de los indigentes conocidos en Cádiz es Antonio, que pasa los días y las noches en la plaza de San Juan de Dios. Varios comerciantes de la zona han mostrado en reiteradas ocasiones su malestar ante la presencia de Antonio. El mismo Manuel Mani reconoce que en algunas ocasiones se les debería «invitar a tomarse un baño». «Son personas que se hacen sus necesidades encima y huelen mucho por lo que tampoco les dejan entrar en los baños de los bares y ante la imposibilidad de encontrar un cuarto de baño, vuelven a hacerse sus necesidades encima, es la pescadilla que se muerde la cola», reconoce.

Aunque la calle es pública y pueden permanecer en ella siempre y cuando no produzcan altercados, muchos comerciantes han criticado su presencia «ante la mala imagen que da de la ciudad». Lo cierto es que buena o mala, Cádiz es cuna de la libertad, también en la calle.