Ciudadanos

Hay afectados que reclaman la reconstrucción de las viviendas

Hoy se reúnen para tomar una decisión acerca de qué van a exigir a la Junta ahora que tienen la llave para resolver el conflicto

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Es inevitable de vez en cuando echar la vista a tras y recordar todo lo bueno y todo lo malo que se ha vivido en los últimos años. Un ejercicio que ayer hicieron la mayoría de los afectados, aquellos que vieron como de la noche a la mañana perdían los lugares en los que habían formado parte de sus recuerdos. Por ello, para ellos el pasado es amargo. En la punta de la lengua sienten la impotencia por no poder haber hecho nada en las negociaciones, porque el que levantaba la voz tenía más problemas que el resto. En la sangre aún pervive el estado de alerta aquel que hacía que se levantaran cuando pusieron las vallas en sus puertas, cuando levantaron las calles, sin previo aviso, a quemarropa.

Por ello más que dinero lo que piden es Justicia por el tiempo que han estado con las carnes abiertas, por las lágrimas que han derramado, por las veces que han tenido que morderse la lengua cada vez que una persona ha dicho que no permiten que San Fernando avance, cuando sus vidas se las llevaban para delante unas máquinas. «¿Cuánto vale una madre? A disgustos de ha ido y eso lo hemos vivido nosotros y nadie más».

Como en caliente no se piensa muy bien los expropiados se reunirán hoy para analizar cuáles son sus posibilidades ante el auto que determina la suspensión de los trabajos del tranvía, aquella obra que derribó la manzana de Montañeses de La Isla. Aunque ayer ya había voces en las que se exigía la reconstrucción de las viviendas y de los negocios.

Muchos son ya personas mayores que más que dinero lo que quieren es que le den el trozo de vida que perdieron y la mayoría parece conforme en iniciar una negociación exigiendo lo máximo. Aunque en las sentencias que se han realizado por parte de la Tribunal Superios de Justicia de Andalucía (TSJA) se deja bien claro que ante la imposibilidad de restitución lo que queda es la compensación a base de indemnizaciones.

Joaquín Moreno es el único que decidió no firmar ningún acuerdo con la Junta y ahora puede solicitar la revalorización de los bienes. «Por no querer pagar un freidor van a tener quedar el doble o el triple de dinero». Los demás fijaron a disgustos el pago por sus propiedades por lo que ya solo les queda el solicitar daños y perjuicios por el traslado de los locales y de las viviendas. Algunos aún siguen esperando que se cumplan las promesas para poder adquirir una casa a un precio acordado, mientras que otros se han conformado con vivir de alquiler.

Todos ahora están dispuestos a repartir lo que han recibido a dar «el mismo trato» y empezar por exigir lo máximo, porque el problema va más allá del dinero, aunque al final es lo que lo mueve todo.