La guerra del PSOE

Los socialistas gaditanos han dado un espectáculo lamentable. Reconozco que la democracia interna que reina en este partido es superior a la que se prodiga en el seno del PP, donde la autoridad es de uno y la ropa sucia se lava dentro. En el PP hay problemas, como en todas las casas, pero solo se enteran ellos. Nadie más. En el caso del PSOE, la situación es bien distinta. La lista para las municipales en la ciudad de Jerez ha sido una lucha abierta, casi fraticida, entre la alcaldesa, Pilar Sánchez, y el secretario provincial, Francisco González Cabaña. La primera ha sabido jugar sus cartas y se ha aliado con la persona que corta el bacalao en Andalucía, José Antonio Griñán, a su vez presidente de la Junta y secretario regional del partido. Cabaña ha ido por libre en este delicado asunto y ha buscado alianzas para fulminar a Sánchez que ya poco tienen que ver con Andalucía. Es el caso de Chaves y Zarrías. El secretario provincial ha intentado, sin éxito, imponer un nuevo candidato en la lista de Jerez, como era el arquitecto González Fustegueras. Sin embargo, el tiro le ha salido por la culata. Se ha encontrado con la oposición de Griñán. Cabaña ha asegurado en público y sin tapujos que contaba para esta operación con el apoyo del aparato en Sevilla. Pero digo que el espectáculo ofrecido desde las filas socialistas ha sido lamentable por ambas partes. La alcaldesa Pilar Sánchez ha defendido con uñas y dientes su posición, mientras que la ejecutiva provincial del partido ha tratado de laminarla. Al final, lo que ha quedado es una sombra de duda difícil de blanquear. No me fío de ninguno, incluido los del PP, que han tratado de sacar rédito político de esta guerra; una guerra que también tienen en su casa. Las elecciones del próximo 22 de mayo pondrán a cada uno en su sitio.