Limpieza insuficiente en la Casa del Obispo

A Germán Garbarino y a la Casa del Obispo no les basta con una escoba. Tenerla, o que vengan otros a utilizarla, es insuficiente para la enorme lista de necesidades que acucian al yacimiento gaditano. Hace dos sábados, dos barrenderos de la empresa municipal se personaron en el entorno de Entrecatedrales para recoger la suciedad acumulada en este espacio durante un año. Valió el lavado de cara, pero pronto, con una fiesta en la calle de por medio, todo ha vuelto a llenarse de suciedad. Además, en Entrecatedrales han aparecido unas pintadas que no hacen sino afear aún más los alrededores del yacimiento. «Todo está repleto de latas, papeles, cajas de pizza, hasta preservativos», denuncia Germán Garbarino.

Los trabajos desarrollados hace dos semanas constituyen una medida ineficaz para solucionar los verdaderos problemas por los que atraviesa la Casa del Obispo. El gerente de Monumentos Alavista, señala que estos días han sufrido un nuevo revés. Los peritos han ordenado desactivar varios de los paneles informativos eléctricos porque el agua ya rezuma por las paredes. Las lluvias son el peor enemigo de este edificio. Las filtraciones de agua son continuas y los movimientos de tierra causados por esa humedad ya no son una excepción. Además, los cristales agrietados y todos los demás desperfectos que provocó la obra de Entrecatedrales en el yacimiento, continúan sin ser arreglados.

La pugna con el Ayuntamiento se encuentra, de momento, en una tensa calma. Los abogados de Monumentos Alavista han enviado un requerimiento en forma para que el Consistorio conteste en cuánto tiempo va a proceder a las obras de reparación. En caso negativo, Garbarino, iniciará el contencioso que anunció hace meses. «Lo hemos intentado de todas las maneras posibles. Llevamos desde 2007 pidiendo que lo solucionen, sino vale por la vía del diálogo, lo haremos de esta forma», insiste el gerente.

Ni siquiera el informe de la Junta en el que obliga al Ayuntamiento a reparar en la máxima brevedad posible el yacimiento, ha propiciado una respuesta por parte municipal. Mientras tanto, las cisternas siguen anegadas y tanto el interior como el exterior del yacimiento presentan un estado óptimo. Después de Carnaval, la gerencia volverá a evaluar la situación a través de un peritaje. Una situación que ya es insostenible para Garbarino. «Para el 2012 no llegamos, me da vergüenza mostrar esto a los turistas ahora, cuanto más el año que viene», lamenta.