Gadafi ofrece 288.000 euros por su captura

«El Gobierno de Libia ofrece 400.000 dólares -288.000 euros- por la captura del líder rebelde Mustafá Abduljalil». Fue el anuncio escueto de la televisión pública a media tarde de ayer, la respuesta pública de Muamar Gadafi a los rumores sobre una posible salida dialogada al conflicto. Tras ejercer de juez entre 1978 y 2006, ese año fue elegido por Saif el-Islam, hijo del líder, para dirigir el ministerio de Justicia.

Natural de Bayda, 200 kilómetros al noreste de Bengasi, durante toda su carrera se ha forjado una reputación de hombre honrado que le ha llevado a convertirse en la referencia del bando rebelde en esta revolución. Durante su etapa en el ministerio fue el primero en reclamar reformas y el único que criticó abiertamente algunas decisiones de Gadafi que tuvo que enmendar de urgencia.

El 17 de febrero se convirtió también en el primer alto cargo del régimen en unirse a la revuelta provocando un terremoto político en la cúpula del sistema. Desde entonces comenzó a gestar el Comité Nacional que ahora suple al gobierno central en la Libia liberada. Casado y padre de ocho hijos -dos de ellos viven en Reino Unido- su seguridad personal la forman uno de sus hermanos y un primo.

Catorce sicarios

Viaja en una humilde furgoneta pick-up y vive en estado de alerta permanente porque sabe que es el hombre más odiado por Trípoli. Su cuartel general está en Bayda, no en Bengasi, y allí celebra la mayor parte de sus reuniones. Desde Bayda ha tendido también los puentes con las principales tribus del país que, pese a recibir dinero de Gadafi, no se han enfrentado a la revolución.

La semana pasada Muamar Gadafi envió a Bayda catorce sicarios para acabar con su vida, pero no lograron su objetivo. Estando frente a él parece increíble que un hombre tan pacífico y calmado pueda ser ese «líder rebelde» de una revuelta que mantiene contra las cuerdas a Gadafi y por el que régimen está dispuesto a pagar cerca de 300.000 euros.