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Igualdad en el medio rural

La titularidad compartida de la propiedad va a constituir un factor de cambio de las estructuras agrarias para que las mujeres gocen de los mismos derechos efectivos que los hombres

MINISTRA DE MEDIO AMBIENTE Y MEDIO RURAL Y MARINO Actualizado: Guardar
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En todo el planeta, las mujeres son las que mayoritariamente trabajan la tierra, aunque no suelen aparecer como titulares de la propiedad. En los países en vías de desarrollo, no llega al 2% la superficie que consta que está en sus manos. La situación no es muy diferente en el ámbito europeo ya que, pese a que la inmensa mayoría de las mujeres agricultoras comparten las tareas agrícolas de las explotaciones familiares con sus parejas, estas actividades son vistas como una extensión de sus tareas domésticas y casi una de cada dos mujeres registradas en el sector agrícola tiene el estatus de cónyuge del titular. Se trata de una cuestión que ha sido objeto de intensos debates desde los años ochenta, pero que sigue pendiente de solución en casi todos los Estados miembros de la Unión Europea (especialmente en Francia, Suecia, Finlandia, Irlanda, Italia, Bélgica, Austria y Alemania) así como en Estados Unidos.

En España, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tiene como una de sus señas de identidad la lucha por alcanzar la igualdad plena en todos los ámbitos que se extiende, como no puede ser de otro modo, a las casi cinco millones de mujeres que viven en el medio rural. Son muchas las mujeres que trabajan en las explotaciones agrarias familiares, compartiendo con los hombres las tareas, pero sin contar con el suficiente reconocimiento jurídico ni reflejo social ya que normalmente solo figura una persona física como titular por explotación agraria. De hecho, más del 70% de los titulares de explotación agraria son hombres, manteniéndose el cliché de la mujer como mera colaboradora. El trabajo femenino sigue entendiéndose más bien como una «ayuda familiar» que complementa a la renta principal y no como una aportación económica efectiva.

Es cierto que en nuestro país no hay limitaciones legales al acceso a la propiedad agrícola por parte de las mujeres, pero sí que existen de facto para el acceso al crédito o a otros bienes y derechos inmateriales por no estar vinculados a la propiedad de la tierra, sino a su rendimiento, es decir, a la titularidad de la explotación que cumple la función de ser la garantía del crédito. La realidad social nos ha demostrado, por tanto, que hay que dar pasos que vayan más allá.

Para acabar con esta situación, el Gobierno de España acordó en octubre de 2010 la creación del Grupo de Trabajo Interministerial sobre Titularidad Compartida de Explotaciones Agrarias (GITIC), encargado de elaborar un proyecto de Ley que regulase de forma completa la figura de titularidad compartida de las explotaciones agrarias. Fruto del trabajo del GITIC ha resultado un anteproyecto de Ley que vamos a presentar en breve a las organizaciones de mujeres para contar con la máxima participación de estas. Queremos oír sus voces y reunir el mayor consenso posible en la aprobación de la Ley.

El objetivo del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino es claro: adaptar el marco jurídico a la realidad y romper las inercias discriminatorias. De este modo, la titularidad compartida está llamada a constituir un factor de cambio de las estructuras agrarias de modo que las mujeres del mundo rural gocen de una igualdad de derechos efectiva respecto a los hombres. La visibilidad laboral facilitará a las mujeres el acceso directo al conjunto del sistema público de prestaciones sociales y por desempleo, así como a créditos bancarios, otorgándoles además capacidad de representación en las organizaciones profesionales, entre otros aspectos. Se trata, ni más ni menos, del reconocimiento pleno de su trabajo a todos los niveles.

En definitiva, la futura Ley de Titularidad Compartida de Explotaciones Agrarias contribuirá a allanar el camino para un desarrollo sostenible en el que caben todas y todos en igualdad de condiciones. Desde mi responsabilidad al frente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino me comprometo a realizar todos los esfuerzos necesarios y a seguir trabajando para avanzar en esa línea y facilitar que juntos, mujeres y hombres, puedan ganar el futuro en el medio rural.