Luis Cacho, durante su reunión ayer en Cádiz. :: LA VOZ
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El nuevo consejero de Navantia reclama tranquilidad y confianza a la plantilla

Luis Cacho adelanta en su visita a Cádiz que Noruega, Canadá y Australia pueden firmar acuerdos a medio plazo e insiste en el negocio de reparación de cruceros

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Ánimo, tranquilidad y confianza. Este es el mensaje que lanzó ayer el nuevo consejero delegado de Navantia, Luis Cacho, a los directivos y a la plantilla de los astilleros de la Bahía durante su primera visita a las plantas gaditanas tras su nombramiento como máximo responsable de la constructora naval. Cacho mantuvo a primera hora de la mañana un encuentro en Puerto Real con la dirección y los jefes de programa. A continuación se desplazó hasta la factoría de San Fernando, donde repasó con el comité de empresa las expectativas de futuro que se vislumbran sobre la industria naval.

Cacho subrayó al equipo directivo que su gestión al frente de Navantia será de continuidad. Seguirá la misma política planteada por su antecesor en el cargo, Aurelio Martínez, que en los dos últimos años ha desplegado toda la oferta comercial de Navantia por el mundo. La compañía cuenta en estos momentos con 45 acciones comerciales en 25 países, donde se están presentando 14 tipos de buques. El consejero delegado destacó que toca ahora consolidar esa presencia internacional y traducirla en nuevos contratos para los astilleros españoles. Así, tres países están muy cerca de alcanzar nuevos acuerdos de construcción con la compañía española. Se trata de Noruega, Canadá y Australia.

Cacho indicó como el astillero de Cádiz alberga en estos momentos un buque oceanográfico noruego que estará en el dique más de un mes para una reparación integral. La relación con el gobierno noruego es óptima. No hay que olvidar que Navantia ha construido en diez años cinco fragatas, la última se entregó el pasado 28 de enero en Ferrol, y sigue ahora con un programa de comunicación vía satélite. Sin embargo, las aspiraciones con Noruega se centran en la posible construcción de un buque de apoyo logístico, muy similar al 'Patiño', de la Armada española, cuya misión es el transporte y almacenaje de víveres para la flota. Este contrato se espera para 2012 y supone una inversión de 150 millones de euros.

El segundo país con opciones para firmar un contrato en breve es Canadá y este acuerdo sí que repercute a los astilleros de la Bahía. La intención de su gobierno es desarrollar un programa de buques anfibios y fragatas. El modelo a seguir es el Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) 'Cantabria', que se construyó en Puerto Real y fue entregado a la Armada española el pasado 29 de julio. Este barco está diseñado para el transporte de combustible, tiene un hospital y es un buque de apoyo a la flota.

El tercer país que ha confirmado Cacho como potencial para los intereses de Navantia a corto plazo es Australia. El astillero de Ferrol ha culminado un buque anfibio, el 'Camberra', y sigue ahora con el segundo, el 'Adelaida'. Esta país sigue allí con otro programa para la construcción de tres destructores y ha adjudicado a Navantia la fabricación de las diez lanchas de desembarco que necesitan estos buques anfibios. Las lanchas son idénticas a las 12 que se construyeron en 2008 en el astilleros de San Fernando para la Armada española y que significaron una inversión de 33 millones de euros.

Encargos por transferencia

Luis Cacho mantuvo una reunión con los representantes de los trabajadores por espacio de dos horas. En el encuentro se abordaron las dificultades que tendrán las plantas si no llega carga de trabajo antes de verano. Manuel Núñez, miembro del comité de empresa en el astillero de Cádiz, destacó que la única vía para captar nuevos contratos es la línea de negocio abierta con la reparación de cruceros.

Por su parte, el presidente del comité de empresa, José Antonio Olica, valoró la visita de Cacho a Cádiz, pero afirmó que las últimas novedades que se esperan son de transferencia tecnológica.