Contador teme que le caiga una sanción. :: EFE
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Contador se acerca a su sanción

La Federación española ultima la sentencia sobre el caso de dopaje del madrileño, que podría ser suspendido de uno a dos años

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Medio año después de dar positivo en el tercer Tour que ganó, Alberto Contador está a punto de conocer la primera versión de su pena. El Comité de Competición de la Federación española le comunicará en los próximos días su veredicto. El abanico de sanciones va desde la absolución hasta los dos años de suspensión. Y, según el diario 'Marca', podría quedarse justo en la mitad: una temporada de castigo. El entorno del corredor aseguró ayer que nadie le había notificado todavía ningún aspecto sobre la resolución del caso.

Cualquier tipo de sanción conllevaría la perdida del Tour 2010 y la ausencia del corredor madrileño en la próxima edición de la Grande Boucle. Pero no sería el final del proceso: Contador puede recurrir al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) para defender su inocencia, y tanto la Unión Ciclista Internacional (UCI) como la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) también tienen la opción de presentarse ante el TAS para solicitar una sanción mayor. Más meses de litigio. Como anunciaron Pat McQuaid, presidente de la UCI, y Carlos Castaño, de la Federación española, «es muy difícil» que el ciclista de Pinto esté en la salida del Tour 2011.

El 'caso Contador' se resume en una palabra: 'fe'. Creer o no creer. Suele pasar en los asuntos de dopaje. En un control efectuado el 21 de julio, segunda jornada de descanso del pasado Tour, Contador dio positivo por clembuterol, un fármaco de uso veterinario. El ser humano no produce clembuterol, ni siquiera los mínimos 50 picogramos que aparecieron bajo la piel del madrileño. Siempre viene de fuera. Ahí interviene la fe: Contador jura que todo se debe a un solomillo contaminado. Que no hubo voluntad de fraude. La UCI, que al principio ocultó el caso, y el AMA se aferran al reglamento. Y la norma dice que el deportista es responsable de todo lo que corre por sus venas (artículo 2.1. del Código Mundial Antidopaje). Hasta ahora, ningún acusado de positivo por clembuterol ha sido liberado de culpa. Sólo un jugador de tenis de mesa alemán resultó exculpado por su federación, pero el caso sigue abierto porque el AMA ha recurrido al TAS.

Contador, dispuesto a llegar a la justicia ordinaria, ha presentado una docena de informes científicos que avalan la teoría de la contaminación. Hay un precedente que le beneficia: el tenista francés Richard Gasquet fue exonerado de un positivo por cocaína. Le creyeron: dijo que esa sustancia procedía del beso que una chica le dio en una discoteca. Beso con sorpresa. En el ciclismo, el precedente más cercano es el del corredor italiano Alesandro Colo, positivo por clembuterol. Alegó que había ingerido el producto de forma involuntaria y el Comité Olímpico Italiano le 'mediocreyó'. Fue sancionado con un año de suspensión. Por ahí andan las previsiones para el 'caso Contador'.

El resto de los precedentes van en su contra. Sobre todo, el de la atleta española Josephine Onyia, también con clembuterol. La Federación española la exculpó, pero la Federación Internacional (IAAF) recurrió al TAS y, al final, la velocista cargó con dos años de sanción. El clembuterol, como corrobora la sentencia de este caso, está prohibido en cualquier circunstancia, sin tener en cuenta la cantidad. La ley antidopaje es así: la UCI no tiene que demostrar cómo ha llegado un fármaco prohibido al organismo de un ciclista. Le basta con detectarlo para sancionar. Es el deportista el que está obligado a dar evidencias de su inocencia. ¿Y cómo demuestra Contador que el filete estaba contaminado si se comió la prueba? Ese solomillo ya no existe. Creer o no creer. Y hace mucho que la fe del ciclismo está sepultada bajo un montón de escándalos.

Los informes presentados por los abogados de Contador, Andy Ramos y el suizo Roco Torricelli, intentan demostrar que el sistema de control de la carne para consumo humano tiene fisuras dentro de la Unión Europea, que puede haber fraude. Además, recalcan que los análisis veterinarios no son tan severos como los tests a que son sometidos los deportistas. Aun así, en Guipúzcoa, la provincia donde fue adquirido el solomillo, el clembuterol lleva desaparecido de las carnicerías desde hace una década.

La UCI, por su parte, envió un informe a la Federación con artículos científicos en los que se contemplaban varias posibilidades de acceso del clembuterol al cuerpo de Contador: la contaminación alimentaria o de algún complemento nutricional, y también un plan de dopaje a base de microdosis de esa sustancia o por medio de una transfusión de sangre del propio corredor 'manchada' con una mínima traza de clembuterol. La aparición de restos plásticos (supuestamente procedentes de bolsas de plasma) en la sangre de Contador tampoco beneficia su defensa, pese a que ese método de detección aún está por homologar. También se habla del 'actovegin', un dopante a base de plasma de ternera que podría tener restos de clembuterol si el animal de origen ha sido sometido a un tratamiento de engorde. El menú de posibilidades es amplio. Contador, el mejor ciclista de su generación, jura su inocencia mientras las autoridades deportistas españolas ultiman la redacción de su castigo. La lupa internacional les observa: España aún es vista como el paraíso el dopaje.