Sociedad

El negocio de los discos, rayado

La industria discográfica asiste a un desplome de las ventas a causa de la piratería en internetBisbal alerta del cierre de Vale Music y Universal España despide casi a la mitad de su plantilla

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Los artistas ya no posan en las fotos promocionales con su disco de oro, símbolo del éxito de ventas. En España, con 50.000 copias se podía colgar en el salón de casa el trofeo enmarcado; hace cinco años se rebajó la cantidad necesaria a 40.000; en 2009, ya solo hacía falta vender 30.000 álbumes para ser disco de oro. La piratería en internet y el cambio de hábitos sociales ha provocado una debacle en la industria musical. «Estamos siendo saqueados», constata Antonio Guisasola, presidente de Promusicae. La asociación que agrupa a los productores discográficos calcula que el sector perdió el año pasado 1.300 milllones de euros. Si en el paso del vinilo al cedé se perdió el componente fetichista del disco, ahora el melómano ni siquiera necesita el continente físico. Le basta un 'pen drive' o un icono en el escritorio, que alberga, a un solo clic, toda la discografía de un artista.

Al contrario que ocurre con las películas, la música cuenta con una amplia oferta legal disponible en la Red. Sin embargo, el 95,6% de las canciones que circulan en internet en España se ha descargado de forma ilegal. La industria discográfica encadenó en 2010 nueve años de pérdidas seguidas. Las ventas cayeron durante el primer trimestre un 12,3% respecto al año anterior, hasta alcanzar los 77 millones de euros. El problema es mundial, pero se agrava en nuestro país, donde la Ley de Economía sostenible sigue sin aprobarse y los usuarios se aferran a sentencias judiciales que avalan la legalidad de las redes P2P (par a par), que permiten intercambiar archivos si no se demuestra un ánimo de lucro entre los internautas.

Estar presentes en las plataformas legales de distribución de contenidos -iTunes, Spotify- no les está sirviendo de mucho a las 'disqueras', como se les conoce en el sector. Universal Music Spain, la primera discográfica española en cuota de mercado, despedirá a una treintena de personas a mediados de febrero -el 40% de la plantilla- y cerrará su sede en Barcelona. «No es que hayamos planteado un ERE, pero al final lo terminará siendo, porque afecta a más del 10% de la plantilla y así lo establece la ley», confirma su director de recursos humanos, José Luis Sánchez. «Los despidos se deben exclusivamente a la crisis mundial que atraviesan todas las discográficas».

Universal pertenece al gigante Vivendi, el segundo conglomerado de comunicación mundial. Edita los discos de superventas como U2, Lady Gaga, Rihanna, Juanes, Take That, Bon Jovi, Black Eyed Peas y Nena Daconte. El elepé más vendido en las Navidades, todavía número uno en las listas, es suyo: 'Via Dalma', de Sergio Dalma. Entre los diez primeros títulos, también pertenecen a Universal los trabajos de Justin Bieber, Cantores de Híspalis y Camilo Sesto.

«En estos tiempos de compartida euforia sobre la marca España, nadie en la Administración quiere darse cuenta de que, sin proteger el mercado, no hay forma de hacer atractiva la inversión de tiempo, esfuerzo y recursos en crear algo original», lamenta Promusicae, que contempla con preocupación cómo la 'Ley Sinde', que castigará las descargas ilegales, continúa «varada» en el Parlamento.

El pasado 4 de enero, David Bisbal anunciaba en su Twitter que Universal cerraba el sello Vale Music, especializado en cantantes surgidos de 'Operación Triunfo', y adquirido por la multinacional en 2006. En su nómina, el propio Bisbal, Bustamante, Rosa, Chenoa, Rosario, La Unión, Lolita, José Luis Perales, Ainhoa Arteta... «Solo le quedan unas horas de vida», alertaba el cantante, que culpaba a la «piratería descontrolada» del despido de «más de cien trabajadores».

Al llamar al número de teléfono de Vale Music, ya contestan con «Universal, ¿dígame?». Narcís Rebollo, consejero delegado del sello, se ha incorporado a la oficina de representación de Bisbal. ¿Pero qué ocurrirá con el resto de artistas de Vale Music? «Este sello es una etiqueta más de esta discográfica y, por supuesto, no ha sido cerrada», desmiente Universal.

Otra de las grandes 'disqueras', EMI, lleva diez años presente en las plataformas que permiten bajarse música legalmente. La situación de «barra libre», como define su presidente, Simone Bosé, también ha obligado a su reconversión. Si el dinero no llega de los cedés, solo queda embarcarse en interminables giras.