PSOE y PP ven a Batasuna incapaz de romper con ETA

Batasuna debilitó el sábado pasado en Bilbao las escasas posibilidades que tiene de estar presente en las urnas el próximo 22 de mayo, con motivo de las elecciones locales. Portavoces cualificados del PSOE y del PP coincidieron en que el partido ilegalizado, lejos de utilizar la multitudinaria manifestación para hacer creíble su declarada apuesta por las vías políticas y por el fin del terrorismo, dio un significativo paso atrás y rememoró la imagen más antigua de la izquierda 'abertzale', la de una formación portavoz de los intereses de ETA, incapaz de desmarcarse de la estrategia de la organización criminal o de dirigir un solo reproche a la banda terrorista.

En las calles de Bilbao no se oyeron gritos a favor de ETA, ni se leyeron lemas de enaltecimiento de los terroristas, ni proliferaron las fotos de etarras presos, como en años precedentes, pero la marcha estuvo colonizada por los pañuelos y símbolos de Etxerat, el movimiento a favor de los presos etarras, que reprodujo sus mensajes y reivindicaciones, coincidentes con los de la banda, como único contenido del comunicado final.

El texto exigía al Gobierno y a los partidos acabar con la dispersión de los reclusos -a los que identificaba como «presos políticos»-, vaciar las «prisiones de exterminio» y terminar con los supuestos malos tratos, pero no decía ni una palabra sobre el fin de la violencia o sobre el supuesto comunicado de alto el fuego permanente que la izquierda 'abertzale' le atribuye a ETA, pero que no termina de llegar pese a esperarse durante todo el mes pasado.

No solo son el PSOE, el PP u otros partidos nacionales como UPyD quienes echan de menos la necesidad de que Batasuna se desmarque de forma urgente de la banda si quiere resultar creíble. Formaciones independentistas como Aralar o EA, que el sábado también participaron en la manifestación de Bilbao y que apoyan su retorno a la legalidad, exigieron al partido ilegalizado igual pronunciamiento días antes de la marcha y se marcharon a su casa sin escucharlo.

El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, y el portavoz del PP en el Parlamento vasco, Leopoldo Barrena, lo tienen muy claro: Batasuna perdió el sábado «una nueva oportunidad» de exigir a ETA su final. Pastor señaló que si el partido ilegalizado pretende ser creíble, y superar las durísimas exigencias que la ley de Partidos y los tribunales le harán para permitir su vuelta a las instituciones, debería haber «hecho una reclamación a ETA de forma explícita, contundente, inequívoca y sin matices para pedir su desaparición definitiva». Barreda coincidió en que la izquierda 'abertzale', lejos de «acreditar con hechos alguna convicción, alguna apuesta real de su ruptura (no solo testimonial) con ETA», dedicó todo el esfuerzo al «objetivo contrario», a «favorecer los intereses» de la banda.

Los dos portavoces y el de UPyD destacaron el papel jugado por «partidos democráticos» como Aralar o EA, que, con su participación en la marcha, en vez de empujar a Batasuna a distanciarse de ETA, tal y como dicen pretender, «sirvieron o hicieron el juego» a los intereses de la banda terrorista y su entorno.