Los servicios secretos galos investigan la pista china en el espionaje a Renault

Los servicios secretos franceses investigan, a instancias de Nicolas Sarkozy, la pista china en el caso de espionaje industrial del que se considera víctima Renault. El constructor automovilístico, participado en un 15% por el Estado francés, suspendió el lunes de empleo y sueldo a tres ejecutivos tras una investigación interna que reveló amenazas muy graves a sus activos estratégicos.

Fuentes gubernamentales confirmaron ayer que la Dirección Central de Información Interior (servicios secretos) trabaja, a petición del Elíseo, en el esclarecimiento del presunto tráfico de secretos industriales. Renault ha anunciado que va a acudir a los tribunales pero no ha precisado si se va a querellar contra otra empresa de la competencia o contra sus tres directivos supuestamente desleales, que serán despedidos sin indemnización por falta muy grave si antes no dimiten.

Según informaciones periodísticas, los datos confidenciales filtrados al exterior de la empresa se refieren a la batería y el motor de los futuros coches eléctricos de segunda generación, que aún se encuentran en fase de estudio y serán comercializados después de 2012.

El pirateo no afecta a los cuatro modelos pioneros de la nueva gama de CO2 cero, entre los que figura el 'Twizy' fabricado en Valladolid y que saldrá al mercado en 2012. Los tres ejecutivos sancionados, entre quienes figura un miembro del comité de dirección, son sospechosos de haber vendido patentes todavía sin registrar a uno o varios intermediarios. La firma del rombo, donde trabajan antiguos agentes del contraespionaje, cree que el destinatario final de las informaciones es China.