PINCHITO MORUNO

SACACORCHOS CON TRAMPA

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Tenía que ocurrir algún día. Lo había intentado retrasar, pero al final una fría noche de diciembre pisé el Luz Shoping de Jerez. Qué manía la de los nombres en inglés. ¿Qué es eso del Shoping, chiquillo? Yo lo único que conozco parecido es el shopingpork pero por allí no vi ninguno. La primera conclusión es que aquello, que es del carajo de grande, fomenta la cultura porque leyendo letreros te pegas media hora pero es que está allí todo el mundo, hasta El Rubio, que es como el Piojito con escaparate, ha abierto allí delegación con los bambitos una jartá de baratos.

Me vi el Worten, el decatlon, el toy jonojecuanto y una cosa con fondo en verdesito que vendían paños de cocina pero de colores fosforito. A mi eso no me gusta porque no hace juego con el arró con pollo. En Alcampo no entré y le dije a Manuela que al campo iríamos otro día que no estuviera lloviendo.

Pero de lo que no me pude librar es de entrar en Bricor, una especie de Liroymirlin pero más fino, porque es de El Corte Inglés. Entre cortina y cortina, como dice el villancico me vi una colección de alfombras y otra de espejos de cuarto baño que me dejaron completamente aturdido. Quizás por eso, porque estaba aturdido, no reaccioné a tiempo y me deje impresionar por un artículo en promoción, una especie de taladro que tiene como utensilio de quita y pon un sacacorchos, un pijerío.

Como estaba turbado por los espejos de cuarto baño y me entró cierta nostalgia por el romi de mi niñez me pareció una idea magnífica e incluso me imaginé en el salón de mi casa sacando el taladro para abrir una botellita de tinto de la Sierra de Cádiz (he aprovechado para meter un poquito de propaganda).

La cosa tiene su gracia y ya se imagina a uno a los mejores maitres de Cádiz saliendo al comedor con un taladro en la mano como si fueran de una contrata de Astilleros y dispuestos a abrirte la botella con la broca sacacorchos, lo último del pijibricolaje.

Pero el turbamiento, afortunadamente, se me quitó al instante y dije, quieto ahí, que lo mismo que le pones la broca sacacorchos le pones la broca del destornillador y no hay cosa más peligrosa un sábado por la tarde que un destornillador suelto.

Hombres y mujeres antibricomanía del mundo. Cuidado estos Reyes con que os regalen el taladro sacacorchos, es un artilugio con trampa. Te dirán que es para que abras las botellas con glamour pero lo que se esconde detrás es un depravado plan para que te jartes de poner tornillos los sábados por la tarde o lo que es peor hacer boquetes con una broca en la pared. Ni se os ocurra decir que idea más buena, que estáis perdidos.