Los niños aprenden a ahorrar

La crisis debe afectar también a los niños. Y estos, desde pequeños, deben también aprender a ahorrar. La responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos ha de llegar también a estos aspectos de la vida. Una reciente estadística suiza afirma que el gasto medio de los jóvenes alcanza la cifra de 600 millones de francos anuales. Y que, como la complicidad de las tarjetas de crédito, no pocos se endeudan. Y la alarma ha sonado en la cartera de los padres que han de responder subsidiariamente de esa deuda. Quizá la culpa no es sólo de los jóvenes irresponsables. Es la sociedad de consumo, la que impulsa al gasto y encuentra en la familia un fácil aliado porque «el niño no entiende de cuentas» y el joven no es aún consciente de que el dinero hay que «ganarlo».

Ante esta situación han surgido ya iniciativas sociales que promueven actividades didácticas, en la familia y en la escuela, para enseñar a los niños a gestionar sus dineros exiguos. El correo suizo se ha sumado a la campaña con la emisión de una serie de cuatro valores postales con los que, en viñetas infantiles, señala 'los deseos', 'los gastos', 'los regalos', 'el ahorro'. Y conjuntamente con un folleto didáctico distribuye una hucha con figura de cerdito y cuatro compartimentos distintos dedicados a 'las compras', 'el ahorro', 'la inversión' y las 'buenas obras'. Para que los jóvenes gestionen bien su dinero la acción educativa ha de comenzar por los niños.

Los agentes comerciales son conscientes del valor fundamental de la publicidad en la compra de un producto. Se vende lo que la televisión anuncia; se compra la marca que la publicidad difunde. Y la fidelización a las marcas se inicia ya - según los expertos- a partir de uno o dos años, (¿no lo notamos ya por los 'Reyes'?) La crisis podría ser un oportuno momento para iniciar esta educación preventiva a la que Suiza se ha adelantado.