José de los Camarones y Paco León actuaron en el programa. :: J. F.
Sociedad

Un día cualquiera en Santiago

La declaración de la Unesco no supuso ayer para el jerezano barrio nada fuera de lo normal: allí ya saben que el flamenco es universal

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Pocas cosas parecen alterar la tranquilidad de un barrio tan señero como Santiago. En la mañana de ayer no se notaba en el ambiente que el flamenco estaba pasando en Nairobi (Kenia) una prueba de fuego porque sus vecinos tenían claro que aprobaría con nota: ellos saben de toda la vida que el flamenco es cultura mundial. En el Arco de Santiago un grupo de jóvenes compartía charla sentados en un banco y en los comercios el ir y venir de vecinos era el habitual. Tampoco se veía en la calle Merced, sede de las peñas Buena Gente y Tío José de Paula, una actividad inusual.

En la tienda de artículos musicales que regenta en la calle Ancha Manuel Moreno, hijo del guitarrista Morao, las opiniones salen a relucir en cuanto se menciona el tema y enseguida deja de hablar de las cuerdas que son mejores para cada guitarra para entablar debate con su cliente de ese momento, el guitarrista Juan Parrilla: «En mi familia se está comentando bastante lo importante que es esta declaración de la Unesco», aseguró el joven. «Ya era hora. El flamenco tiene demasiadas raíces para que no se le haya reconocido todavía», indicó mientras marcaba en el ordenador el precio del producto que se llevaba el ilustre tocaor.

«Creo que todo el mundo se ha volcado lo suficiente para que se declare Patrimonio de la Humanidad. El reconocimiento es muy bueno aunque no sé si va a traer beneficios directos», continuó el joven dependiente.

Su 'tato', o sea, Juan Parrilla, era más explícito: «Todo lo que sea para ponernos en mejor posición es maravilloso, sobrino», dijo. «Hubo un tiempo en que nada más que se acordaban de nosotros para divertirse, porque los flamencos hemos divertido siempre a todo el mundo», añadió, pero no se les había considerado ni reconocido socialmente, algo que repercutía directamente en los escasos emolumentos. Si otro gallo hubiera cantado, «yo tendría un Mercedes en vez de un coche de quinta mano», dijo entre risas. Ya más en serio, lo ideal para uno de los representantes de la familia Parrilla es que «esto nos dé a todos más categoría».

El bollo se estaba cociendo a muy pocos pasos del barrio de Santiago, en el Centro Andaluz de Flamenco, desde donde Canal Sur Radio emitió ayer su programa diario de las 13.00 horas. Lo dedicó por entero a la declaración de la Unesco y allí se dieron cita artistas de la talla de Capullo de Jerez, Fernando de la Morena, Ezequiel Benítez, Jesús Méndez, La Reina Gitana, Paco Cepero y Luis de Pacote, entre otros muchos profesionales y seguidores del arte jondo.

El espacio radiofónico fue el único acto ayer celebrado en Jerez -además de un programa nocturno- para seguir la decisión de la Unesco y ni siquiera la responsable del CAF, Olga de la Pascua, pudo estar allí en persona, sino que intervino por teléfono. «Es un antes y un después para la historia del flamenco, un reconocimiento oficial», dijo.

«No había otro remedio»

Para el director de la Cátedra de Flamencología, Juan de la Plata, la Unesco «no tenía otro remedio que reconocerlo». Para el especialista, «el flamenco es un arte universal, no hace falta que lo digan ellos». Aunque desconoce qué repercusiones puede tener la inclusión del arte jondo en la lista internacional, De la Plata dijo con orgullo: «Lo hemos conseguido».

«La afición al flamenco ha trascendido fuera de Andalucía y de España. Hoy esta música se aprecia en cualquier parte del mundo», añadió.

Por su parte, Rosario Lazo 'La reina gitana' apuntó que «el flamenco no puede extenderse ya más. Es universal. No hay habitante en el mundo que no lo conozca». Según el cantaor Jesús Méndez «tenemos que brindarles la declaración de Patrimonio de la Humanidad a nuestros antepasados, que han luchado mucho porque el flamenco esté ahí arriba. También me acuerdo mucho en momentos como éste de mi primo Fernando Terremoto», dijo.