El PNV apoya al Gobierno contra las enmiendas de pensiones

El PNV y Coalición Canaria demostraron ayer que su pacto con el Gobierno es sólido al aparcar sus convicciones políticas y apoyar al PSOE para derrotar en el Congreso las enmiendas a los Presupuestos que buscaban evitar la congelación de las pensiones en 2011.

Los nacionalistas vascos y canarios, junto al resto de la oposición, habían ganado este verano en el Parlamento una docena de votaciones a los socialistas en las que reclamaban la anulación de la decisión de no actualizar las pensiones. Es más el PNV, hasta que cerró el pacto presupuestario en octubre, fue uno de los grupos más activos contra la congelación de prestaciones y lideró varias iniciativas parlamentarias.

Ayer, los nacionalistas ignoraron el llamamiento a la «coherencia» que lanzó el diputado de IU Gaspar Llamazares y, atados por sus acuerdos, tuvieron que 'retratarse'.

La lucha contra la congelación de las pensiones unió a toda la oposición, y el grupo socialista, con 169 diputados, tenía que contrarrestar los 173 votos de PP, CiU, ERC, IU, BNG, UPyD, UPN y Nabai. Su única salida era tirar de los socios y reunir los 177 escaños gracias a los seis diputados del PNV y los dos de Coalición Canaria. Como reconocieron fuentes nacionalistas, los pactos son para lo bueno -un importante acuerdo de transferencias e inversiones para Euskadi- y para lo malo.

El Gobierno, de hecho, había tratado de evitar el disgusto parlamentario a sus socios y el 3 de noviembre tiró de prerrogativa constitucional para vetar el debate y votación de 22 enmiendas a los Presupuestos, entre ellas las que reclamaban la no congelación de pensiones. Sin embargo, se olvidó o no pudo vetar una enmienda sobre este asunto deIU, que se votará hoy, y tres, en igual sentido de Unión del Pueblo Navarro, que se votaron ayer.

El bloque gubernamental, para evitar sorpresas, avisó a todos sus diputados de que no podía haber ausencias a la votación de las enmiendas. Prueba de ello fue que la vicepresidenta Elena Salgado tuvo que ausentarse de la importante reunión que mantenían en Bruselas los titulares de Economía de la zona euro para analizar la crisis de la deuda en Irlanda y Portugal, y cogió un avión tras la votación para poder estar en la cumbre sobre el mismo tema que hoy celebran todos los responsables económicos de la UE.