Naomi Watts y Sean Pean forman un matrimonio 'molesto' para la administración Bush. :: EFE
Sociedad

Espía desenmascarada

El realizador de 'El caso Bourne' retrata a la agente traicionada en pleno cisma de la guerra de Irak

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Nuevo thriller para el director de 'El caso Bourne', un habitual de este género. En 'Caza a la espía', Doug Lima ha contado con dos intérpretes de excepción, Naomi Watts y Sean Penn, para narrar una historia basada en hechos reales (y recientes). El responsable de 'Sr. y sra. Smith' está acostumbrado a trabajar con estrellas, pero las de su nuevo filme aportan caché por su experiencia y buen ojo a la hora de elegir proyectos. Justo lo que necesitaba el realizador tras el fiasco de 'Jumper', con el todavía verde Hayden Christensen.

Watts ha dejado de ser la misteriosa rubia de 'Mulholland Drive' o la chica de 'King Kong' y en los últimos años ha empezado a adoptar papeles más acordes a su edad. Aunque su belleza puede confundirnos, ya es casi de la quinta de su oscarizado compañero de reparto, hasta el punto de que es creíble interpretando a su esposa. La actriz se pone en la piel de Valerie Plame, una agente de la CIA que vio cómo su carrera y su vida privada se desmoronaban a causa de una filtración en la prensa.

A finales de 2001, la espía tenía como cometido investigar la presencia de armas de destrucción masiva en Irak. Paralelamente su marido Joe Wilson -Penn en el filme-, un diplomático retirado, fue enviado a África para confirmar los rumores de unas ventas de uranio enriquecido al país árabe.

Tras descubrir que estas no se habían producido, escribió un artículo refutando la tesis de la Administración Bush. La respuesta de la Casa Blanca no se hizo esperar. Ocho días después un periodista de Washington publicó una columna en la que relacionaba el viaje de su marido con la profesión de Valerie Plame, revelando así su identidad. Fue el comienzo de una serie de disgustos para la agente, que vio cómo sus relaciones personales y familiares se deterioraban a raíz de este descubrimiento.

De Naomi a Sean

La protagonista de la historia llegó incluso a recibir amenazas de muerte y tuvo que lidiar con los problemas de su desprestigiado esposo. Plame se convirtió en un «blanco legítimo», en palabras de uno de los asesores de Bush. A esta expresión se refi ere el título original del filme ('Fair game'), más adecuado que l peliculero 'Caza a la espía'.

Estamos ante una intriga política, alejada de la acción desproporcionada de otros filmes del director. «Son el señor y la señora Smith reales», apunta el realizador en referencia a los papeles de Bratt Pitt y Angelina Jolie. «Lo que diferencia a esta historia es que trata básicamente sobre un matrimonio. En el fondo, no es sobre la guerra de Irak, sino sobre la guerra en el hogar de los Wilson».

La verdadera Valerie Plame quedó sorprendida por la autenticidad de Naomi Watts, que se sumó enseguida al proyecto. La actriz de 'Promesas del Este' se ofreció a enviar el guión a Sean Penn. «Sabía que la película era de su estilo. Él es igual de apasionado que Joe Wilson, se entrega al mil por cien». El actor pasó una temporada junto al ex embajador hasta que aprendió a imitarle a la perfección.