Obama busca puerta a puerta apoyos para los demócratas

A las 9.19 de la mañana Barack Obama salió ayer de su hotel de Seattle y entró en un café cercano llamado Top Pot para comprar una docena de sus famosos dónuts. El presidente ante un gesto de sus acompañantes les preguntó: «¿Dos?, pues que sean un par de docenas variadas», corrigió.

Pero los dónuts eran la excusa, lo importante es lo que preguntó después a los comensales que le observaban entusiasmados. «¿Todos conocéis a la senadora Murray?».

Uno a uno Obama está defendiendo a los senadores demócratas en apuros de cuyos escaños depende la mayoría en la Cámara alta, la única que los republicanos no tienen claro que puedan conseguir. «Tal vez nos lleve dos ciclos electorales recuperar esa mayoría», admitió a Fox John Corning, presidente del Comité Nacional Republicano del Senado. Su partido necesita ganar diez asientos más para arrebatar la mayoría a los demócratas, que tiene a doce legisladores en apuros.

El hecho de que Obama haya tenido que concentrarse en la costa oeste, la más progresista y demócrata de Estados Unidos, dice mucho de cuánto apoyo ha perdido el mandatario entre las bases que le auparon a la Casa Blanca hace solo dos años. Ayer, precisamente, obtenía su cuota de popularidad más baja en todo ese tiempo, según una encuesta de Gallup: el 44%. En ese momento de su mandato George W. Bush gozaba del 67% de aprobación, y su padre del 69%, pero para consuelo del actual mandatario, Carter y Clinton tenían cotas aún más bajas.

Cara y cruz

El primero pasó a ser una de las grandes decepciones presidenciales, pero el segundo consiguió terminar como uno de los grandes gracias al mayor período de prosperidad en la historia de EE UU. Si bien a Obama todavía le quedan dos años para tener que renovar su contrato popular, si su nombre estuviera en las papeletas el 2 de noviembre solo el 39% votaría por él, mientras que el 54% se negaría a renovarle la confianza. Con todo, Obama sigue siendo mucho más popular que otros líderes de su partido, como la portavoz del Congreso, Nancy Pelosi, que ayer también alcanzó un nuevo mínimo en la misma encuesta: el 29%.