Economia

El Gobierno ahorra 1.489 millones al recortar los beneficios por la compra de casas

El ejecutivo confía en que la medida resucite el mercado inmobiliario los últimos meses del año

MADRID. Actualizado: Guardar
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Tras varios años de advertencias nunca cumplidas, parece que el Gobierno ha tomado en serio su inveterada declaración de que los incentivos fiscales a la compra de pisos son parte del 'cáncer del ladrillo' que afecta a la economía española. La teoría gubernamental es que esas ventajas no hacen sino disparar el precio de los inmuebles. Por eso ha incluido en el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2011 una serie de reformas ligadas al ámbito inmobiliario entre las que destaca la eliminación de la deducción por inversión en vivienda en la cuota estatal del IRPF. Por eso, y porque la austeridad manda y este recorte permitirá al Estado ahorrar casi 1.500 millones de euros el próximo año.

El ajuste sólo afectará de forma plena -desaparecerá por completo la deducción- a lo que el propio Proyecto califica de «rentas altas» que, en este caso, sí están bien definidas y se sitúan en 24.107,2 euros de base imponible o más. El resto de contribuyentes sí podrá aplicarse una rebaja que irá menguando en función de que sus rentas se acerquen a esa cantidad. Los que declaren una base de 17.707 euros mantendrán la deducción íntegra.

A pesar de que el texto de Presupuestos remitido al Congreso señala que el coste para el Estado por esta ventaja fiscal ha decaído en 2007, 2008 y 2009 como consecuencia de la crisis, el Gobierno confía en que el mero anuncio de que ya no habrá más ventajas a la adquisición dispare las transacciones. Lógico, por otra parte, si se tiene en cuenta que la actual deducción aporta después en la declaración de la renta hasta 9.015 euros anuales.

La propia ministra de Economía, Elena Salgado, explicó en la presentación de los presupuestos que la medida se incluía en la norma económica más importante de cada ejercicio precisamente «para que los ciudadanos sepan que el 1 de enero ya no habrá deducciones». Todo un reclamo para que quienes pueden comprar o aún lo están dudando se lancen a hacerlo. Eso será, claro, si logran financiación, pues el mercado hipotecario está más bien congelado y sobrevive apenas gracias a las refinanciaciones o a las operaciones que las propias entidades financieras respaldan cuando colocan alguno de los muchos inmuebles que se han visto obligados a recibir por la crisis.

Sea como fuere, los expertos sí dan por hecho que en lo que queda de año muchos indecisos, otros tantos poseedores de cuentas vivienda y, sobre todo, muchos inversores con dinero contante y sonante a los que no les importe después alquilar la casa en cuestión buscarán su oportunidad.

Lo que no queda tan claro es que el miedo a perder para siempre la deducción logre reanimar el mercado, lastrado aún por un inmenso 'stock', sobre todo en lugares centrados en segunda vivienda y, sobre todo, por el propio panorama macroeconómico. El Gobierno tiene claro que aún queda 'ladrillazo' para rato. La propia Memoria de Beneficios Fiscales que acompaña al Proyecto de Presupuestos apunta que «el crecimiento previsto en la inversión de vivienda nueva es debido, no tanto a una recuperación del sector, sino a una previsiones de los escenarios macroeconómicos utilizados en el cálculo de los presupuestos anteriores más pesimistas que el nuevo escenario».

Alquiler y rehabilitación

El alquiler y la rehabilitación de vivienda se sitúan en el epicentro del cambio de modelo económico que el Gobierno propugna como vía de escape a la crisis. Por eso sendas actividades cuentan también con un impulso específico en el Presupuesto de 2011. De hecho se equipara la deducción por arrendamiento a la existente por compra, con una base máxima de deducción que variará de forma decreciente en función de la base imponible, con las mismas cantidades y límites de base imponible que para la deducción por adquisición y que sólo se podrá aplicar cuando esta última sea inferior a 24.107 euros anuales.