Economia

La CEOE defiende que el retraso de la edad de jubilación sea voluntario

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La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) defiende que el retraso de la edad de jubilación, más allá de los 65 años, sea voluntario, según su documento de propuestas sobre la reforma del sistema público de pensiones, cuya modificación considera que es urgente. De esta manera, la patronal se desmarca del Gobierno que insiste en la necesidad de que los españoles permanezcan dos años más en su puesto de trabajo, es decir, que abandonen el mercado laboral a los 67 años.

La CEOE entiende imprescindible que se creen «potentes incentivos» que favorezcan «la prolongación de la vida activa» y que fomenten «la jubilación gradual y flexible y el contrato de relevo» apenas utilizados. Igualmente, está muy interesada en que se adopten «las medidas precisas para que la edad de jubilación legal (65 años) y la real (63,27) coincidan lo más posible».

Otra cuestión imprescindible para la organización empresarial es la ampliación de los 15 años cotizados que se tienen en cuenta para calcular el importe de la pensión. Propone que «en un futuro» el cómputo abarque «toda la vida laboral». Con este mecanismo se evitarían «injusticias» registradas durante la crisis, resaltó el secretario general de la organización, José María Lacasa, en alusión a los trabajadores mayores de 50 años que son expulsados de su colocación y después de llevar décadas de cotización a la Seguridad Social perciben pensiones muy bajas.

La CEOE se inclina de nuevo por una de sus históricas reivindicaciones la reducción de sus aportaciones a la Seguridad Social pero no presenta ninguna rebaja concreta. Habla en su documento de «valorar adecuadamente los costes por cotizaciones que actualmente soportan las empresas» con el objetivo de mejorar la competitividad. También plantea la conveniencia de que esas cotizaciones no sean rígidas y apuesta por el establecimiento de «mecanismos de ajuste» que permitan el afrontar los ciclos económicos y hacer compatibles «las necesidades de estabilidad del sistema a largo plazo con reducciones coyunturales de las cotizaciones en momentos de recesión y alto desempleo».

La directiva de CEOE aprobó una ‘recomendación’ sobre los Presupuestos Generales para 2011. La patronal advierte de que la crisis fiscal no va a encontrar su salida en una subida de impuestos y propone que el esfuerzo que reclama Bruselas se lleve a cabo con «recorte del gasto público corriente» sin tocar «a la inversión o a los gastos que incentivan la actividad económica».

Lacasa aseguró que la patronal está dispuesta a debatir con CC OO y UGT la modificación de la negociación colectiva y anunció propuestas para octubre. Aprovechó la ocasión para reiterar que la reforma laboral «es insuficiente».

A la reforma laboral se refirió asimismo el Instituto Internacional Cuatrecasas. Este foro de debate y elaboración de informes engloba a una veintena de grandes empresas (BBVA, Telefónica, CEPSA, El Corte Inglés, etc.). Su presidente, Salvador Rey reconoció que los cambios introducidos en el mercado de trabajo pueden suponer un «peligro» puesto que al abaratar el despido y no favorecer la flexibilidad interna de las empresas es factible que la reducción de plantillas aumente. «Es un riesgo», subrayó.

Rey, menos crítico que Lacasa, aseguró que la reforma refleja «aspectos positivos» entre los que señaló la legalización de las agencias privadas de colocación con ánimo de lucro y el abaratamiento del despido. Pero también existen «ausencias», «vías que no se debería haber recorrido» e «insuficiencias». En el primero de estos apartados incluyó el tratamiento diferenciado entre grandes y pequeñas y medianas empresas. Señaló que un emprendedor necesita medidas especiales para sacar adelante su negocio.

La limitación del uso del contrato temporal de obra y servicio es uno de los temas abordado inadecuadamente porque «no era el momento», remarcó Rey. Y, entre las insuficiencias mencionó la convivencia de dos tipos de contratos indefinidos, el ordinario y el de fomento del empleo, con indemnizaciones de despido diferentes. La solución a esta dualidad pasaría por la instauración de un contrato indefinido único.